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  • Alejandro Valencia

jueves, 20 de septiembre de 2018

La Onocd presentó junto al Ministerio de Justicia el informe titulado "Monitoreo de territorios afectados por cultivos ilícitos 2017"

De acuerdo con el informe anual: “Monitoreo de territorios afectados por cultivos ilícitos 2017”, presentado por el Ministerio de Justicia y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onodc), a través del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (Simci), los resultados arrojaron que, para el 31 de diciembre de 2017, las hectáreas sembradas de hoja de coca crecieron 17% (25.000 hectáreas) frente a 2016, y 55% con respecto a 2015. La cifra total de hectáreas sembradas llegó a 171.000.

Si comparamos esta cifra con la de otros cultivos, por ejemplo, el maíz blanco, que hasta 2017 cultivó 170.445 hectáreas (ha) según la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), el cultivo de coca supera por más de 1.500 (ha) esa cifra. Al igual que sucede con el de la papa que, según el Consejo Nacional de Papa, el año pasado llegó a 133.848 (ha) cultivadas, por lo que la coca lo superó por más de 30.000 hectáreas. Además, sobrepasó por más de 70.000 hectáreas al frijol, que registró 96.628 (ha) en 2017.

Según el informe de Onodc, desde 2013 los cultivos de coca vienen incrementándose a un ritmo promedio de 45% cada año. Por otra parte, 64% del incremento en 2017 corresponde a los departamentos de Antioquia, Putumayo, Norte de Santander y Cauca.

En la presentación del informe, el ministro de Defensa, Guillermo Botero, expresó su aporte a la problemática, pero también resaltó la difícil situación que atraviesa el país: “hemos venido haciendo un trabajo importante en el que hemos superado las 7.000 hectáreas erradicadas desde que empezó mi gestión. Sin embargo, por los niveles tan altos, ya no es suficiente con una simple erradicación”. La situación tiene un grado de impacto tan considerable durante varios años que, incluso, “a los campesinos les parece que es una actividad lícita y un magnífico aprovechamiento de la agricultura”, indicó.

LOS CONTRASTES

  • GUILLERMO BOTEROMINISTRO DE DEFENSA

    “Hemos vivido tantos años en esta problemática de los cultivos de coca, que ya a los campesinos les parece que es una actividad lícita y que es un magnífico aprovechamiento de la agricultura”.

Ahora bien, en cuanto al área productiva de coca, para 2017 aumentó 33%, llegando hasta 167.400 hectáreas. Además, debido a ese incremento, la producción de hoja fresca pasó de 707.100 toneladas en 2016 a 930.900 en 2017, lo que subió la producción potencial de cocaína en 31%, llegando a 1.379 toneladas en 2017.

En cuanto a los precios, el informe mostró que hubo una reducción de 28% de la hoja de coca fresca, 14% la pasta básica de cocaína y 11% el clorhidrato de cocaína, cifras que respondieron a varios factores: el aumento en la disponibilidad, la presencia de compradores en zonas de producción y el control territorial de los grupos armados ilegales. Según el informe el mapa de coca del país es el mismo que el de hace una década.

Antecedentes

Otras cifras, según el informe de 2016, mostraron que el precio promedio de la hoja de coca en 2016 fue de $2.900 el kilogramo, mientras que en 2017 fue de $2.100. En cuanto al precio promedio de clorhidrato de cocaína, en 2016 llegó a la suma de $4.984.600 por kilogramo, y para 2017 presentó una ligera reducción, alcanzando un precio de $4.449.500.

Por otro lado, en parques nacionales, resguardos indígenas y tierras de las comunidades negras, los cultivos de coca aumentaron respecto a 2016.

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