• Brayan Xavier Becerra bbecerra@larepublica.com.co

jueves, 16 de marzo de 2023

De acuerdo con las Naciones Unidas, este fue el aumento más pronunciado desde 2016 y alertó por nuevos actores en Colombia

El cultivo mundial de coca se disparó 35% entre 2020 y 2021, alcanzando un nivel récord, de acuerdo con el más reciente informe de la ONU publicado este jueves, en el que señala la aparición de nuevos centros de tráfico en el sureste de Europa y África y nuevos actores en Colombia.

Según el estudio publicado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), la producción mundial de cocaína se ha disparado drásticamente en los dos últimos años tras una desaceleración inicial causada por la pandemia del covid-19.

Despite #COVID19, the global supply of cocaine is at record levels.

Almost 2000 t. were produced in 2020, continuing a dramatic uptick in manufacture that began in 2014.

Full data in the Global Report on Cocaine 2023: https://t.co/XWLZTPiHrO pic.twitter.com/fBvwn7HgXP

— UN Office on Drugs & Crime (@UNODC) March 16, 2023

Dice el informe del organismo que es el aumento interanual más pronunciado desde 2016, debido a la expansión del cultivo de arbusto de coca y a las mejoras en el proceso de transformación de la hoja de coca en clorhidrato de cocaína.

El reporte de la ONU advierte que se está observando un incremento de la demanda del narcótico en varias zonas de África y Asia, aunque este mercado sigue concentrado en América y parte de Europa. "El fuerte crecimiento de la oferta ha ido acompañado de un aumento similar de la demanda, y muchas regiones han registrado un incremento constante de los consumidores de cocaína en la última década", dice el informe.

También tiene un capítulo especial para Colombia, en el que advierte la aparición de nuevos actores en el mercado de la cocaína. De acuerdo con el informe, con la desmovilización de los exguerrilleros de las Farc tras los acuerdos de paz, que hasta entonces controlaban muchas de las regiones cocaleras del país, se abrió el camino a otros actores locales, entre ellos, los grupos disidentes y también grupos extranjeros provenientes de de México y Europa.

“Estos grupos extranjeros no pretenden hacerse con el control de territorio. En cambio, están tratando de hacer que las líneas de suministro sean más eficientes. Su presencia contribuye a incentivar el cultivo del arbusto de coca y a financiar todas las fases de la de suministro”, asegura el informe.

Además, el informe revela que han proliferado los llamados "proveedores de servicios", es decir, grupos especializados que prestan sus servicios en todas las fases de la cadena de suministro a cambio de una comisión.

Agrega que Colombia sigue dominando las rutas de tráfico hacia América del Norte, especialmente en Estados Unidos donde la mayor parte de la cocaína es colombiana. Pero también advierte que las rutas hacia Europa han evolucionado.

Sin embargo, dice que el papel dominante de los puertos de Colombia como punto de partida de la cocaína parece estar disminuyendo, y los traficantes transitan cada vez más su producto por Centroamérica y otros países de Sudamérica.

"La cocaína procedente de Bolivia y Perú se transporta cada vez más a través de la ruta del Cono Sur por Paraguay y la hidrovía Paraná-Paraguay. Los grupos delictivos, a menudo procedentes de Brasil, utilizan aviones para cruzar la frontera y luego barcos por el río hasta el Atlántico", dice el informe.

"El potencial de expansión del mercado de cocaína en África y Asia es una realidad peligrosa. Insto a los gobiernos y a otras instancias a que examinen detenidamente las conclusiones del informe para determinar cómo se puede hacer frente a esta amenaza transnacional con respuestas transnacionales basadas en la sensibilización, la prevención y la cooperación internacional y regional", indicó Ghada Waly, directora ejecutiva de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.