• Xavier Becerra Silva

jueves, 2 de febrero de 2023

"No tenemos nada que ver con juegos de azar ni inversiones. Quiero prevenir a todos los seguidores de nuestros programas" señaló Barón

Desde noviembre del año pasado se han compartido a través de redes sociales y aplicaciones de mensajería como Whatsapp versiones falsas de medios de comunicación en los que señalan supuestas inversiones del reconocido empresario y productor Jorge Barón.

El más reciente engaño implica el logo del diario La República en la que aparece una nota publicitaria sobre Barón dando consejos de inversión, lo que el mismo afectado señaló como completamente falso.

"Quiero enfatizar que esas publicaciones que han aparecido relacionadas con negocios distintos a los que nosotros realizamos a lo largo de 54 años en la televisión son completamente falsas. Lo único que Jorge Barón Televisión ha hecho a lo largo de su trayectoria es el trabajo en la televisión, en la radio y los espectáculos que hacemos en las distintas ciudades del país", dijo Jorge Barón a LR para esclarecer el hecho.

El empresario señaló que busca prevenir a todos los seguidores de sus contenidos y producciones para que no vayan a caer en esta modalidad de estafa que están realizando con su nombre. "No tenemos nada qué ver con juegos de azar ni inversiones que es lo que se ha ventilado y que es prácticamente una estafa", agregó Barón.

De acuerdo con las falsas publicaciones, Jorge Barón da consejos de inversiones en blockchain y criptoactivos, pero el mismo afectado aseguró que no conoce estos métodos de negocio. "Nunca he hecho inversiones en criptomonedas. Ni siquiera conozco cómo es ese sistema", dijo.

También alertó a sus clientes y patrocinadores para que hagan caso omiso a esa información. A lo largo de las más de cinco décadas que lleva al aire el Show de la Estrellas, Barón ha recibido el patrocinio de importantes marcas como Caja Social y el Banco Agrario.

Esta información falsa también afectó al diario El Colombiano, que también salió a aclarar que nunca divulgó ninguna publicación de este estilo vinculando a Jorge Barón.

Cómo protegerse del mal uso de la imagen

La intimidad de todos los colombianos está amparada por la Ley 15 de la Constitución Política que dicta “todas las personas tienen derecho a su intimidad personal y familiar y a su buen nombre, y el Estado debe respetarlos y hacerlos respetar. De igual modo, tienen derecho a conocer, actualizar y rectificar las informaciones que se hayan recogido sobre ellas en bancos de datos y en archivos de entidades públicas y privadas”.

Y, aunque la Constitución es garante de este derecho, hay una Ley llamada Habeas Data que protege la información existente sobre una persona, incluyendo la imagen de la misma.

El derecho de Habeas Data es aquel se tiene de conocer, actualizar y rectificar la información que se haya recogido sobre ella en archivos y bancos de datos de naturaleza pública o privada.

Por tanto, y gracias a esta Ley, el titular puede exigir a las administradoras de esa información el acceso, inclusión, exclusión, corrección, adición, actualización y certificación de los datos, así como la limitación en las posibilidades de su divulgación, publicación o cesión, de conformidad con los principios que regulan el proceso de administración de datos personales.

“La protección de datos personales que es lo que conocemos como Habeas Data, es el manejo de los datos biométricos, es decir de la imagen física de nosotros y los elementos que nos individualizan frente a los demás que requieren de una autorización facultativa porque son datos sensibles”, aseguró José Jerez, socio y managing partner de CMM Abogados.

Agregó que este tipo de información pueden hacer que el titular sea sujeto de discriminación, por lo cual se necesita la autorización explícita de la persona.

“El alcance del derecho a la imagen abarca la facultad de explotarla económicamente y de impedir o autorizar su uso, y de solicitar una reparación en caso de que se haya causado algún daño o perjuicio”, especificó Carlos Suárez, CEO de Estrategia y Poder.