Alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk
martes, 9 de mayo de 2023
Volker Turk expresó su preocupación por la situación y solicitó a las autoridades a garantizar la total seguridad de los jueces
Un alto funcionario de la ONU, aseguraró estar alarmado al conocer las amenazas contra los magistrados de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), Alejandro Ramelli y Hugo Escobar,
El jefe de Derechos Humanos de la ONU, Volker Turk, expresó su preocupación por la situación y solicitó a las autoridades a “garantizar la seguridad de los jueces y a desmantelar los grupos armados no estatales, en línea con el acuerdo de paz de 2016”.
Este mensaje se suma al rechazo internacional contra las amenazas expresadas por las embajadas de Estados Unidos, Francia, Reino Unidos y Suecia, el representante especial del secretario general de las Naciones Unidas en Colombia, Carlos Ruiz Massieu; el embajador de la Unión Europea en Colombia, Gilles Bertrand y la oficina en Colombia del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, entre otros.
En lo que respecta a las investigaciones tras conocerse los mensajes intimidantes contra los magistrados Ramelli y Escobar, la Fiscalía informó que delegó un grupo especializado, quien se comunicó con los afectados para conocer los detalles sobre el origen de las intimidaciones y orientar los actos investigativos que permitan identificar y judicializar a los responsables.
Hipótesis apuntan a que las amenazas a los magistrados de la JEP están relacionadas con las investigaciones y exhumaciones por las ejecuciones extrajudiciales conocidas como 'falsos positivos', en Dabeiba (Antioquia).
Entre las exhumaciones llevadas a cabo en el cementerio de Dabeiba, la JEP ha reportado elementos que permiten inferir contextos de muerte violenta como amarres en manos, pies, mordazas y vendas. Personas enterradas en total estado de indefensión.
Algunas de ellas, incluso, presentan indicios que apuntan a la realización de necropsias antes de las inhumaciones, pese a que los cuerpos fueron enterrados de forma ilegal en 29 fosas del cementerio.
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