Salvatore Mancuso

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  • Carlos Jaramillo Palacio

miércoles, 28 de febrero de 2024

Por ahora, el exjefeparamilitar está recluido en la cárcel La Picota a la espera de que la JEP defina su situación jurídica y qué pasará

Tras la llegada ayer de Mancuso a Colombia, luego de 16 años de su extradición, surgen muchas preguntas sobre qué pasará con su situación jurídica y qué procesos deberá enfrentar en el país, ahora en se condición de gestor de paz por parte del presidente Gustavo Petro.

Una de las dudas más recurrentes en si quedará en libertad o no con su 'nueva condición' tras su traslado ayer a la cárcel La Picota. Pues bien, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), uno de los entes judiciales a los que el recién deportado exjefe paramilitar Salvatore Mancuso debe responderle, es la que deberá definirlo.

Justicia y Paz, inicialmente, es el sistema de justicia transicional al que deben presentarse quienes fueron integrantes del paramilitarismo y participaron en la desmovilización colectiva de mediados de los 2000.

Esta justicia ha condenado a Salvatore Mancuso tres veces mientras estuvo preso en Estados Unidos purgando una pena por narcotráfico, no por los crímenes relacionados con el conflicto armado que le reprocha la justicia colombiana.

De manera excepcional, la JEP, creada para juzgar a la guerrilla y a la Fuerza Pública luego del Acuerdo de Paz que el Estado y las extintas Farc firmaron en 2016, puede admitir a exparamilitares.

Así ocurrió con Mancuso en noviembre de 2023. La JEP consideró al excomandante de las Autodefensas una "bisagra" entre las Fuerzas Armadas y el paramilitarismo, además de un "sujeto incorporado material y funcionalmente a la Fuerza Pública".

Luego comenzó un extenso debate jurídico que incluso ha permitido varias mesas de coordinación entre ambos sistemas transicionales, pues el recién llegado a Colombia debe comparecer ante ambos.

La deliberación judicial sobre la libertad condicional de Salvatore Mancuso ha pasado, incluso, por una tutela con la que la Corte Constitucional dispuso que la Sala de Justicia y Paz del Tribunal de Bogotá debe adoptar una decisión definitiva.

Por eso, la última palabra, por ahora, la tendrá una juez de ejecución de sentencias de Justicia y Paz de Bogotá.

"Como quedó establecido en la decisión que aceptó el sometimiento de Salvatore Mancuso en calidad de bisagra o punto de conexión entre paramilitares y fuerza pública, lo referente a su libertad corresponde exclusivamente al Tribunal de Justicia y Paz", publicó la JEP.

Por lo pronto, el exjefe paramilitar espera la definición en La Picota, a pesar de que en algún momento se pensó en trasladarlo a los calabozos de la Dijín.

“Él teme que en Colombia puedan matarlo. La respuesta es contundente. Salvatore sí me lo ha mencionado, él teme por su vida aquí, él teme por ejemplo ingresar a un centro de reclusión y ser envenenado, teme que sea atentado en un desplazamiento y sea asesinado, por supuesto que sí teme por la vida de él y la de su familia”, había expresado previamente Nelson Menjura, abogado de Mancuso.

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