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miércoles, 24 de noviembre de 2021

Carlos Creus Moreira, fundador y CEO de WISeKey, será uno de los panelistas del World Law Congress, los próximos 2 y 3 de diciembre

El World Law Congress, que tendrá lugar los próximos 2 y 3 de diciembre en Barranquilla, reunirá a juristas, jefes de Estado, presidentes de tribunales y académicos, para debatir, entre otros aspectos, el papel de la tecnología en la aplicación de justicia.

Uno de los panelistas que participará en el evento será Carlos Creus Moreira, fundador y CEO de WISeKey, una plataforma especializada en ciberseguridad, que en entrevista con Asuntos Legales, señaló que las leyes no avanzan al mismo ritmo de la tecnología y dijo que los modelos actuales de plataformas sociales no son los ideales para proteger a las personas.

¿Cuáles son los retos de la entrada de la tecnología a ámbitos como la justicia?

El reto principal es que las tecnologías tienen una evolución exponencial, crecen mucho más rápido que las legislaciones. La ley sigue la tecnología y en algunos momentos se crean vacíos y, por el hecho de que no hay legislación, las tecnologías son utilizadas de forma negativa, e incluso ilegal, contra los derechos humanos. Eso es un tema: cómo proteger los derechos humanos dentro de esa cuarta revolución industrial y cómo darles a los seres humanos la posibilidad de defenderse contra esta exponencialidad de la tecnología.

La tecnología tiene defectos y virtudes, siendo una que puede facilitar el acceso a los derechos humanos ¿cuál es el papel de la ciberseguridad ahí?

La tecnología no es buena o mala, son los seres humanos que son buenos o malos usando la tecnología. El problema que existe es que hay países en retraso de proteger a sus ciudadanos. El rol de un gobierno es, principalmente, proteger a sus ciudadanos, y darles una seguridad física y virtual, y permitirles que usen las tecnologías de forma que no sean explotados. Desgraciadamente en los últimos años las tecnologías han abusado de la identificación de las personas, pues todo lo que es gratis en realidad no lo es, eres tú el producto.

Eso no era obvio y las legislaciones no han sabido proteger al individuo, es uno de los grandes fracasos de la revolución tecnológica. ¿Cómo se resuelve? Volviendo a los fundamentales, que son el derecho a la identidad: cada ser humano tiene derecho a su identidad y le pertenece a él, el consentimiento es del usuario. El modelo actual es monetizar el comportamiento, pero la buena noticia es que ahora hay una tendencia, a través de blockchain, de llegar a eso, pero necesitamos más que tecnología. Por ejemplo, en la Carta de Derechos Humanos no se habla de derechos digitales, ni siquiera se reconocen, y ahora con el Metaverse vamos a vivir casi tanto en él como en el mundo físico, por lo que necesitamos extender esa protección.

¿Tiene reversa el modelo actual, considerando la información que ya tienen?

Sí, que tengan todo no quiere decir que lo puedan usar. El primer freno sería decirles que obtuvieron la información ilegalmente y no la pueden usar más sin consentimiento. El consentimiento se puede monetizar, y ya hay proyectos en ese sentido, porque la tecnología permite que controles tu información personal, y si la plataforma quiere usarla debería pagar.

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