“No es cierto que hayamos estado cercados”, Farc

El negociador de las Farc, recien llegado a La Habana (Cuba), José Benito Cabrera, alias ‘Fabián Ramírez’, negó las versiones del Ministerio de Defensa que afirmaban que él estaba cercado por la Fuerza Pública y que ya había recibido heridas en combate.
De acuerdo con la declaración del nuevo negociador, su presencia en la mesa de conversaciones, como comandante del ‘Bloque Sur’ de las Farc, es muestra de que todos los frentes apoyan el proceso de paz y que desde esa guerrilla “trabajamos con base en planes, decisiones y conclusiones de nuestros Plenos y Conferencias, ninguno actúa por cuenta propia”.
El negociador afirmó estar optimista frente al proceso, diciendo que “todos los integrantes de la mesa, tanto de las Farc como los del Gobierno, están bien preparados, conocen y saben qué es lo que se está haciendo”. En este sentido, también destacó los acuerdos que se han logrado en torno al tema de la política agraria y la participación política incluyente, así como ya hay algunos acuerdos parciales en el tema de la lucha contra los cultivos de uso ilícito.
Dijo que desde la delegación de paz de las Farc “estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance, colocando toda nuestra disposición y voluntad” y que “mientras el Gobierno demuestra su voluntad real, aquí estaremos en la mesa”.
La culpa es de las autoridades
A través de un comunicado, la guerrilla de las Farc culpó a las autoridades ambientales y legales del país por el desastre ambiental que se está viviendo en la región de Paz de Ariporo y otros municipios del departamento de Casanare.
En el comunicado resaltan que estudios del Instituto Geográfico Agustín Codazzi muestran que “esta tragedia se debe a la expansión de la producción de palma, caña, sorgo, maíz y arroz, a la ganadería extensiva y las explotaciones petroleras”.
En este sentido, y recordando que el Instituto hace parte del Gobierno Nacional, las Farc expresan su indignación porque “avizorada la tragedia no se tomaron las más mínimas medidas de contingencia” que pudieran prevenir el desatre. También afirman que de esto también se puede culpar a buena parte de la sociedad civil colombiana, puesto que “carecemos de cultura ambiental”.
También culpan “la labor irresponsable de las empresas de explotación petrolera” que comienza por “arrasar las sabanas, morichales, afluentes de agua, la especie animal y vegetal y hasta seres humanos”, para luego terminar por “destruir nuestras fuentes de agua y apropiarse de las reservas para convertirlas en mercancía de alto costo”.
Así mismo rechazan las recientes declaraciones de la ministra de Ambiente, Luz Elena Sarmiento, sobre la muerte masiva de chigüiros (animal característico de los Llanos Orientales, conocido por ser el roedor más grande del mundo) en la que dijo que “nosotros tenemos en Casanare una población aproximada de un millón de chigüiros y se murieron seis mil chigüiros”, que “parte la crisis ha sido resultado de la sobrepoblación de este prolífico roedor” y que la situación de sequía “hace parte de ciclos naturales que, de ser bien manejados, pueden resultar incluso provechosos para los llaneros y sus sabanas”.
Para la guerrilla, esta declaración “es muestra de la indiferencia del Gobierno Central” y por ello pide que se establezca “una legislación especial de protección socioambiental y la economía rural regida por inviolables principios de protección a la naturaleza y la soberanía alimentaria del país”, como la que fue pactada al concluir la negociación del primer punto de la agenda de conversaciones.
El comunicado concluye haciendo un llamado a que “se preserve con prioridad una de las principales fuentes de la vida, no solo humana sino también animal y vegetal como lo es el agua”. Si no se hace esto, el comunicado expresa que “Colombia no verá la primavera sino un paisaje horrible depredado por las bestias inversionistas transnacionales y financieras”.
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