¿Qué debe tener en cuenta si lo deportan desde EE.UU. a un país que no es el suyo?
Los abogados de inmigración recomiendan que se demuestre por qué no pueden regresar no sólo a su tierra natal, sino a un tercero
25 de junio de 2025
Un nuevo revés sufrieron los migrantes que viven en Estados Unidos, luego de que la Corte Suprema de Justicia emitió un fallo que permite reanudar las deportaciones de personas en situación irregular a países de los que no son originarios.
El caso sigue su rumbo en un tribunal de apelaciones y la decisión generó todo tipo de reacciones. “El fallo del Tribunal Supremo es una victoria para la seguridad del pueblo estadounidense. La Administración Biden permitió que millones de extranjeros ilegales inundaran nuestro país y, ahora, la Administración Trump puede ejercer su autoridad indiscutible para expulsar a estos extranjeros ilegales criminales y limpiar esta pesadilla de seguridad nacional”, explicó el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos.
Lo primero que debe saber es que es una decisión temporal de la Corte Suprema, debido a que el caso de fondo todavía se está discutiendo.
Jesús Reyes, abogado de inmigración en Jesús Reyes Law, explicó que las personas que van a ser afectadas bajo esta afirmación de la Corte Suprema “son aquellas que tienen órdenes finales de deportación, independientemente o no tengan historial criminal, las cuales pueden estar sujetas a ser enviados a terceros países. Entonces sabemos que hay ciertos países que no tienen tratados diplomáticos con los Estados Unidos. Entre esos está Venezuela y Cuba”.

¿Qué pasaría con personas de esos países si tienen una deportación y van a ser ejecutadas estas deportaciones?
Según Reyes, el gobierno estadounidense en esos casos puede deportar a ciudadanos de esos países a un tercer país. Por ejemplo, naciones como Guatemala, El Salvador, Sudán del Sur, Ruanda, entre otros. Cabe aclarar que esto sólo pasaría si esas naciones están dispuestas a aceptar a deportados de los Estados Unidos que no puedan regresar a sus países de origen.
“Nuestro llamado es que las personas cuando tengan un caso de asilo sean debidamente asesoradas y puedan demostrar por qué ellos no pueden regresar no solo a sus países de origen, pero a algunos de estos países donde pudieran ser deportados. Es clave demostrar ese miedo genuino que tiene esa persona o ese aplicante al regresar a su país o que vaya a uno de estos países donde pudiera ser deportado”, agregó Reyes.
Según Julio Oyhanarte, abogado de inmigración de DGO Legal, una orden del juez anterior exigía avisarle al inmigrante con 10 días de anticipación, comentarle en un idioma que el inmigrante entienda y darle la oportunidad al inmigrante de que diga si sufre persecución o tortura.
Sonia Sotomayor, jueza asociado de la Corte Suprema de Estados Unidos, dijo que, “aparentemente, el tribunal considera que la idea de que miles de personas sufran violencia en lugares remotos es más aceptable que la remota posibilidad de que un tribunal de distrito se haya excedido en sus facultades correctivas al ordenar al gobierno que proporcione la notificación y el proceso al que los demandantes tienen derecho constitucional y estatutariamente”.
Brian Murphy, juez de distrito estadounidense, dijo que el Gobierno debe seguir evaluando las denuncias que presentan sobre el temor a ser torturados antes de expulsarlos a Sudán del Sur.
¿Y Colombia?
Johana Beltrán Gómez, consultora de inmigración empresarial en Fragomen, dijo que la estrategia del gobierno nacional debería centrarse en establecer nuevas políticas públicas integrales que impacten de manera positiva a todos los sectores de la sociedad.
“Por ejemplo: promover el empleo digno y en igualdad de condiciones a hombres y mujeres; garantizar el acceso a educación de calidad a niños, jóvenes y adultos; facilitar la inversión extranjera; impulsar el crecimiento empresarial para fortalecer la economía; reducir los índices de violencia y reforzar la seguridad en zonas fronterizas”, dijo Beltrán Gómez.
La experta agregó que esta estrategia abrirá el camino a nuevas y mejores oportunidades dentro del país, probablemente esto se verá reflejado en una disminución de los índices de éxodo de colombianos. Puede ser la oportunidad precisa para que el gobierno colombiano efectué los cambios necesarios y priorice un nuevo modelo de desarrollo que sea realmente inclusivo, que se traduzca en mejor calidad de vida para todos.
La experta aseguró que, con el contexto actual, el gobierno colombiano juega un papel crucial, para garantizar el regreso de todos estos migrantes dignamente a su país y que puedan acceder a oportunidades reales, que después de todo, sería una buena estrategia para cambiar esa tendencia migratoria de aquellos que no conformes con su situación en Colombia, optan por la migración hacia el exterior.
Antecedentes
La política migratoria, incluida la inmigración ilegal a Estados Unidos, fue una de las apuestas fuertes de Donald Trump cuando lanzó su candidatura a la presidencia en 2016. Tras esto, una de las promesas clave, que cumplió tiempo después, fue la construcción del muro en toda la frontera entre este y México. Además, apenas asumió su cargo como primer mandatario, emitió una orden ejecutiva que prohibía la admisión de viajeros, inmigrantes y refugiados.
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