Sobre la ética detrás de la figura de los impedimentos

Martínez, a quien muchas críticas pueden presentársele - menos, por supuesto, decir que no conoce el derecho -, ha sabido sortearlas y ha desarrollado su gestión a pesar de que su bufete en efecto fuera consultado por varios de los hoy investigados.
¿Qué decir del caso Odebrecht? El candidato presidencial Jorge Robledo, detractor del Fiscal, ha sostenido que es imperativo el impedimento de Martínez y voces han secundado su postura. Argumentos no faltan pues en efecto existen razones para sugerir que tal impedimento existe.
Ahora, más allá de los argumentos a favor y en contra, no es menos importante referir que un eventual impedimento traería como consecuencia un período de transición que desaceleraría el ritmo con el que se ha movido el proceso. ¿Vale la pena entonces atacar sistemáticamente a Martínez?
La respuesta a este interrogante es tanto jurídica como ética. Se sabe que no existe causal taxativa para que el Fiscal se declare impedido, pues de haberla habido el impedimento ya se habría producido. Ahora, sobre la función del impedimento, bien han dicho plurales juristas que estos son un tema que pasa por el fuero interno del funcionario. ¿Se siente Martínez en capacidad de dirigir o monitorear el caso Odebrecht? Solo él lo sabe, y más allá de si el impedimento se produce, no es menos cierto que la ética salta como el elemento determinante, recordando las razones por las cuales los funcionarios públicos deberían ser las personas moralmente más capaces dentro de la sociedad.
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