¿Qué pasará después de eso?¿Cuál es la estrategia para modificar ese panorama y el plan B en caso de que esta no fuere exitosa? Hago estas preguntas porque ya habíamos tenido este tipo de alarmas con la generación eléctrica, y se había afirmado que estábamos debidamente cubiertos. Sin embargo, al someter elsistema a su mayor estado de tensión, casi no pasamos la prueba del fenómeno del Niño. Habiendo finalizado el riesgo, nuevamente se deja en el olvido el tema, para el común de las gentes, y no aparecen con claridad las soluciones para diversificar las fuentes de energía.
En el año 2014, el Congreso de la República aprobó la ley 1715 de 2014, por medio de la cual se regula la integración de las energías renovables no convencionales al sistema energético nacional. Allí se señala con algo de precisión que la gestión eficiente de ,la energía, supone el “conjunto de acciones orientadas a asegurar el suministro energético a través de la implementación de medidas de eficiencia energética y respuesta de la demanda”. Sin embargo, respecto de la incorporación de las energías renovables no convencionales al sistema, es poco lo que se ha avanzado.
Además del suministro confiable de energía, debemos preocuparnos por el suministro confiable de hidrocarburos para sustentar la demanda interna. Esto sumado a que es prudente además cuidar los efectos económicos de no llegar a tener garantizado ese suministro y tener disminuidas las rentas. El señor Ministro de Hacienda nos había informado a finales del año anterior, que la operación de laRefinería de Cartagena contribuiría con el 0,6% del crecimiento económico. El Dane certifica que la contribución de la refinación en el desempeño de la industria manufacturera fue de 20,6%, cuando en el año 2014 fue de cerca de 12%. Ello muestra la importancia, que la refinación de petróleo ha venido adquiriendo en el contexto económico. Para nuestra preocupación, los empresarios de la industria petrolera anuncian que en pocos años no habrá con qué cargar las dos refinerías: Cartagena y Barrancabermeja. Entonces, se han invertido cuantiosos recursos en Reficar, hoy objeto de cuestionamientos fiscales, para incrementar la capacidad instalada de refinación a 650.000 barriles por día, pero el suministro de su insumo principal no está debidamente garantizado al mediano plazo. ¿Estaremos abocados a importar crudo para refinar?¿A qué precio?
De otra parte, en materia de contribución a la caja del Estado, hace dos años el sector petrolero aportaba 23% de los ingresos fiscales del Estado. Para el año 2014, se pagaron $8,2 billones sólo en regalías, que por cierto, han venido disminuyendo significativamente. Durante los 10 años anteriores, se menciona la no despreciable suma de $200 billones en ingresos, generados por esta industria. Esto motivó la expedición del acto legislativo No. 05 de 2011, para modificar los artículo 360 y 361 de la Constitución, y la Ley 1530 de 2012, para crear el Sistema General de Regalías así como la creación de los Fondos de Ciencia, Tecnología e Innovación; de Desarrollo Regional; de Compensación. Regional; y de Ahorro y Estabilización, para resolver problemas económicos muy serios del país, con estos recursos. No han pasado sino 4 años, y los supuestos fácticos de estos cambios ya no están. Por tanto, hay que debatir este tema y explorar soluciones, dado que otros países ya están trabajando en su competitividad, en el actual escenario de precios.
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