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martes, 12 de noviembre de 2013

Lo segundo sobre lo que hay que llamar la atención es sobre el momento político. La muestra es tomada entre el 1 y el 6 de noviembre. Todavía la opinión pública no había percibido el impacto del anuncio del acuerdo del segundo punto de la negociación con la Farc de tal manera que el clima de optimismo y la preferencia por Juan Manuel Santos puede estar matizada por la ausencia del impacto de ese acuerdo.

Dicho esto, sorprenden los resultados sobre participación. En el 2006 tuvimos una participación de 45 por ciento y en el 2010 tuvimos una participación del 48.6 y del 43.4 en la primera y segunda vuelta respectivamente. Cuando uno mira esta tendencia, que puede estar alrededor de 4.5 por ciento contra las preguntas de la encuesta sobre se definitivamente sí votaría con un 50 por ciento o probablemente sí votaría con un 15.6 por ciento, un primer elemento que se puede plantear es una alta participación en el proceso electoral del 2014, de un nivel del 66.1 por ciento. Ese sería un alto nivel de participación lo que sugiere una campaña atractiva especialmente para los nuevos electores.

En cuanto a preferencias electorales por candidatos, en el primer escenario, en el caso de Juan Manuel Santos lo primero que podríamos afirmar es que el presidente en ejercicio no tiene una distancia tan significativa con el segundo y tercero. El presidente saca el 27 por ciento, mientras que Óscar Iván Zuluaga y Antonio Navarro le siguen con el 14 y el 12 por ciento respectivamente. Eso significaría, primero que está lejos de ganar en primera vuelta y que la distancia con sus competidores no le da seguridad. La preferencia electoral en el partidor no da como ganador en primera vuelta ni da como un triunfo tranquilo del presidente Santos sobre sus competidores. Un segundo aspecto es que dada la proximidad entre Óscar Iván Zuluaga y Antonio Navarro, puede anticiparse una reconfiguración del tablero político.

Sobre los resultados por región, vale tener en cuenta que el Presidente cuando se enfrenta a Óscar Iván Zuluaga, Antonio Navarro, Clara López y Martha Lucía Ramírez, obtiene una preferencia del 38.7 por ciento en la Costa Caribe que se caracteriza por bajo nivel de participación en las elecciones presidenciales y por la presencia de estructuras políticas, redes de trabajo político, equipos o mermelada. Los ciudadanos allí ven con simpatía de manera clara y nítida su preferencia hacia Juan Manuel Santos al punto que duplica a Óscar Iván Zuluaga y triplica a Antonio Navarro.

Ahora bien, el Presidente gana en Bogotá pero la segunda votación la obtiene Clara López muy cerca de Antonio Navarro. Bogotá va a ser una plaza importante de la votación paro cualquiera de los dos candidatos o Clara López o Antonio Navarro podrían dar una sorpresa ya que podrían crecer. Un elemento adicional, el Centro Oriente y la zona cafetera tradicionalmente definen la elección del presidente en Colombia. Esa característica podría darle una relativa tranquilidad al presidente Santos que obtiene el 23 por ciento en ambas. También llama la atención que Óscar Iván Zuluaga no logra ganar en la zona cafetera con Juan Manuel Santos. Quedan a 10 puntos lo que limita bastante la potencialidad de Óscar Iván quien tampoco logra ser una amenaza en la zona oriental. En esas dos zonas del país Antonio Navarri ni Clara López obtienen significados relevantes.

La encuesta presenta varias paradojas. Entre ellas la que se trata de estratos. Paradójicamente Juan Manuel Santos es campeón en los estratos uno y dos, solo superado por el voto en blanco, logra sacar 30 por ciento y el segundo saca 13 por ciento. Llama la atención que ni Clara López ni Antonio Navarro logran convencer a este estrato esto puede ser un efecto de buena parte de la estrategia publicitaria y los del programa de vivienda gratuita.

En el estrato tres, que es un estrato donde en el caso de Bogotá, el Polo ha logrado consolidarse, también gana el presidente Juan Manuel Santos por 10 puntos. Pero acá viene una sorpresa, en los estratos 4, 5 y 6, Óscar Iván Zuluaga le gana de lejos, por 8 puntos, al Presidente Juan Manuel Santos. Lo que quiere decir que la clase media y la clase alta tienden a preferir a Zuluaga y es el único evento en el que le gana a Santos quien queda de tercero porque la segunda votación la gana Antonio Navarro. Ahora bien, los estratos 4, 5 y 6 tienen acceso a formación de mejor calidad, están inmersos en redes de influencia, tienen capacidad para influir al estrato tres y ahí estaría la potencialidad de la campaña de Óscar Iván Zuluaga.

Vienen también sorpresas en la votación por partidos. El presidente Juan Manuel Santos logra canalizar significativamente a los electores de la Unidad Nacional. El partido de La U, un 40 por ciento de los electores prefiere al Presidente, del Partido Liberal un 38 por ciento, del Conservador un 36 por ciento y de Cambio Radical un 35 por ciento. Podríamos afirmar que, de los Partidos de la Unidad Nacional el Santos logra capturar entre un 35 y un 40 por ciento de los electores, lo que es un punto fuerte de salida.

Pero es curioso que en Cambio Radical los electores por el blanco le ganan a Santos con un 42 por ciento que serían quienes prefieren votar de esta forma antes que por Santos. Es un electorado duro de Germán Vargas. Si no es él el candidato prefieren votar en blanco que hacer por Juan Manuel Santos.

En caso del Polo Democrático las cifras son contundentes. Antonio Navarro logra conquistar la preferencia del 35 por ciento de los electores en ese partido, mientras que Clara López solo logra conquistar un 22 por ciento de los electores del Polo Democrático. Y hay un 23 por ciento de dichos electores que prefieren votar en blanco a votar por López o por Navarro. Ninguno de los dos candidatos logra conquistar a esos electores. Eso implicaría que Clara López tiene un fuerte trabajo por hacer en relación con los electores del Polo y eso explicaría también el tratamiento cuidadoso que le da Antonio Navarro al Polo evitando la confrontación. Está buscando conquistar sus electores y le va bien en esa tarea.

En general, los electores de los partidos no están contentos con los candidatos que hoy están postulados de ahí que las campañas electorales del año entrante serán muy competitivos y buscarán conquistar al elector indeciso que, según la encuesta, preferiría votar en blanco.