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lunes, 28 de agosto de 2023

De vez en cuando aparecen nuevos actores en el fútbol profesional; hace algún tiempo fue China, un poco antes Japón hace unos 10 años los Emiratos petroleros compraron PSG, Manchester City y ahora Newcastle tres equipos mediocres que a punta de dinero lograron encumbrarlos y ponerlos a competir con Real Madrid, Bayer de Munich y Ac Milan. En ningún sitio como el fútbol europeo el dinero manda. También existen personas riquísimas como el señor Abramovich que igualmente a punta de dinero compra un equipo como el Chelsea y lo maneja como su juguete, hasta ganar la anhelada champions league; siempre con dinero por delante.

En estos momentos Arabia Saudí con dinero a manos llenas está, como antes, rompiendo el mercado, empezaron hace unos dos años con Cristian Ronaldo, intentaron llevar a Messi y la semana pasada se hicieron con los servicios de Neymar Jr. Todo parece indicar que ese país quiere hacer la liga más fuerte del mundo, a punta de petrodólares.

Con estos movimientos el director técnico del Manchester City, Guardiola, tal vez el equipo que mas se ha beneficiado de los petrodólares ha dicho que tal situación “no es una amenaza sino una realidad”, por su parte Jürgen Klopp se queja amargamente que muchos de sus jugadores son seducidos por la liga de ese país, que otros no firman con el Liverpool y que, peor aún, los períodos de inscripción son diferentes en Europa y en Arabia. En resumen que a punta de dinero están dañando el fútbol, yo diría su fútbol

Resulta hasta divertido como estos dos técnicos, quienes han contratado los jugadores que han querido, cuando han querido y al precio que les han pasado por delante ahora se quejan porque hay un nuevo vecino de barrio que tiene más dinero.

Tal vez salvo Bochini todos los grandes jugadores sudamericanos desde la década de 1980 han ido a jugar a Europa a cambio de marcos, liras, pesetas y en estos momentos de euros. Maradona, Valderrama, Zico, Francescoli, Santa Cruz, todos sin excepción se han marchado a los equipos de la UEFA a cambio de dinero. Los clubes sudamericanos aún los poderosos brasileros se resignan a dejar salir a sus estrellas pues resulta imposible retenerlos. El salario mínimo en España es de más de doce mil euros al mes, cifra inalcanzable para la mayoría de clubes del continente.

Estos señores, grandes técnicos, sin lugar a duda, la tienen mucho más fácil que el resto de los mortales, sus equipos son de más de 40 personas entre analistas, entrenadores de temas específicos y toda clase de consejeros. No me los imagino dirigiendo un club con las carencias de la mayoría de los clubes de Conmebol.

Es desagradable ver como estos genios del tablero se quejan y pretenden hacernos creer, o al menos hacer creer a sus seguidores y periodistas que esa irrupción de dinero de afuera va a acabar con el fútbol que ellos manejan con tanto primor.

Estos nuevos ricos ya no son tan deseados como los que llegaron antes; como decía un político americano mientras sean nuestros nuevos ricos todo bien, si aparecen otros ya no está tan bien. Estoy seguro que esta columna no la leerán pero sería bueno que en vez de quejarse de lo que a este lado del atlántico ha sido la regla durante unos 50 años, trabajen y solucionen los problemas que surgen. La realidad es que con menos dinero esos genios dejan de serlo, no es más que ver a Mourinho que sin los cheques de Abramovich o del Real Madrid no tiene tan buenos resultados. En resumen , sería bueno que estos señores se bajaran de la nube y miraran otro fútbol diferente al reluciente que ellos manejan