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lunes, 2 de septiembre de 2019

Todavía no tengo claro si son deporte o no, hay mucha literatura al respecto y se está planteando hacerlos participar próximamente en juegos olímpicos, hablo de los videojuegos relacionados con deportes o los Esports, que no son más que simulaciones del juego real, hay infinidad de versiones, deportes y consolas, ciclismo, básquet y por supuesto nuestro fútbol.

Con la mejoría en las comunicaciones un joven en Colombia puede jugar un partido de fútbol en su consola con otro en España en tiempo real, armar equipos propios o jugar con Barcelona con Messi incluido. Cada año mejoran las imágenes y las caras de cada jugador en el juego es prácticamente idéntica a la real, los nombres y hasta algunos gestos particulares son copiados a la perfección.

Hasta ahí todo muy bien, una industria que mueve millones, aparatos para jugar “Fifa” hasta en las universidades y gran cantidad de público cautivo para otro negocio alrededor del fútbol. Pero, siempre hay un pero, ¿la imagen de los futbolistas?

Comento esto, porque hace pocos días algunos jugadores brasileros, algo así como 70, decidieron demandar a las firmas que desarrollan y comercializan estos juegos por la utilización de su imagen sin su autorización en dichas plataformas.

La imagen de estos jugadores fue utilizada sin la autorización de los jugadores y, por supuesto, sin que recibieran pago alguno, EAsports y Konami, las firmas desarrolladoras de los dos juegos o al menos la primera asegura haberle pagado a el sindicato mundial de jugadores Fifpro por la utilización de los derechos de imagen de estos jugadores mediante acuerdos de licencia para el uso y explotación de los derechos de imagen, por lo que los derechos de imagen de jugadores de varios países, incluido Brasil, estaban garantizados para el período comprendido entre noviembre de 2003 y diciembre de 2015, eso dice EAsports.

Nada es tan sencillo, que Fifpro se abrogue la titularidad de los derechos de imagen de unos jugadores brasileros es bastante especial, de hecho, el sindicato brasilero parece que no pertenece a Fifpro, por lo que seguramente esta organización no recibe nada de Fifpro.

Pasemos a Colombia, el sindicato, o mejor la asociación de jugadores profesionales, Acolfutpro no reúne a todos los jugadores profesionales de Colombia, es de afiliación voluntaria y deben pagar una cuota de sostenimiento. Los equipos colombianos están en los videojuegos y la imagen de los jugadores colombianos está siendo utilizada, ignoro sin existe una autorización expresa por parte de los jugadores o de Acolfutpro y si los jugadores reciben alguna suma de dinero por la explotación de su imagen.

Entregar dinero a sindicatos a los que no están afiliados la totalidad de los deportistas no parece una buena idea; los deportes norteamericanos tienen un manejo sindical diferente en el cual todos los deportistas están afiliados por lo tanto la entrega de dinero por la utilización de la imagen de estos deportistas es en principio lógica, bien sea porque el sindicato redistribuye entre sus jugadores o porque mejora sus ingresos para defender, lógicamente los intereses de todos sus afiliados.

La imagen de las personas es un derecho personalísimo que puede ser explotado, en el fútbol la de estrellas como David Beckham o Cristiano Ronaldo son explotadas de manera intensiva para recibir enormes recursos, el fútbol explota la imagen de todos los jugadores, no solo la de las estrellas y son precisamente aquellos jugadores desconocidos quienes más se beneficiarían de algún dinero por la explotación de su imagen.