Agregue a sus temas de interés

Agregue a sus temas de interés Cerrar

lunes, 31 de octubre de 2022

Hay tipos importantes, escritores famosos como Albert Camus que dijo: “Después de muchos años, donde el mundo me ha dado muchos espectáculos, lo que finalmente aprendí con mayor seguridad sobre la moral y las obligaciones de los hombres, se lo debo al deporte, lo aprendí en el RUA” el RUA era el equipo donde jugó fútbol.

La semana pasada el fútbol nos dio lecciones de vida a quienes lo vemos, lo disfrutamos y muchas veces lo padecemos.

De atrás para adelante, en la última fecha del campeonato argentino, bastaba con que River Plate, eterno rival de Boca Juniors, perdiera para evitar que este último saliera campeón. El deseo de muchos de sus hinchas era, por supuesto, que River se dejara ganar, que no jugaran sus mejores futbolistas para que Boca no se alzara con el título. Afortunadamente el técnico de River era Marcelo Gallardo que alineó a su mejor equipo y logró ganar su último partido como técnico en esa institución. El resultado, como no, hizo que Boca saliera campeón. En un mundo como el actual, las declaraciones posteriores de Gallardo son un claro ejemplo de lo que es y debe ser el fútbol. Habló de respeto y dignidad. En el fútbol siempre se debe salir a ganar sin importar si se beneficia o se perjudica a un tercero, esa es la esencia de este deporte. Ganar. Hay que agradecer la actuación del equipo y las declaraciones del técnico que indicaron precisamente eso. Es un término que me gusta para algunas situaciones. La pelota no se mancha. Afortunadamente Gallardo hizo honor a su apellido y jugó como se debe hacer en cualquier partido, a ganar. Esos feos recuerdos del mundial del 82 donde Alemania y Austria jugaron a empatar quedaron atrás.

Al momento de escribir esta columna las jugadoras colombianas sub-17 están preparando el partido de fútbol más importante de la historia de nuestro fútbol; no todos los días se llega a una final del campeonato mundial. El equipo femenino sub-17 que ha sufrido el desprecio de la dirigencia que busca de todas las formas posibles desprestigiar el juego de estas mujeres que nos han dado las alegrías que hasta ahora ningún equipo masculino ha logrado. Suena sencillo, pero una final de un mundial de fútbol no es empresa fácil. Ganen o pierdan lograron con trabajo en equipo, con dedicación, sin dar una sola declaración fuera de lugar, hacerle entender a un puñado de colombianos, los dirigentes de la Federación Colombiana de Fútbol, que existen, que son buenas y que profesionales o aficionadas (el término amateur no existe para FIFA) son mucho mejor que ellos. El resto de los colombianos, casi 50 millones estamos convencidos que son las mejores como jugadoras y sobre todo como personas.

Alguien debería hacerse cargo del fútbol femenino colombiano, proponerle a los de la Federación que se encarga de todo, profesional, selecciones y formativo, que no le pida dinero, solo un poco de cooperación en temas de nombres, marcas y colores y dedicarse, sin palos en la rueda a explotar un fútbol nuevo diferente a nuestro anquilosado fútbol masculino, con torneos aburridos, equipos desbaratados y trasmisiones de tv desastrosas. Esto le quitaría un peso de encima a la Federación que se ve que no solo no le interesa sino que le fastidia el futbol femenino.

Finalmente, sería bueno que los narradores colombianos dejaran el paternalismo al hablar de mi Daniela o mi Luisa y lo narraran como deportistas de élite que son. Jamás he oído decir mi Osquitar Córdoba o mi pibe. Desde acá y sin saber el resultado FELICITACIONES al equipo femenino sub17 de Colombia.