lunes, 15 de enero de 2024

Desde la decisión Bosman ya a finales del siglo pasado el fútbol se ha tenido que ajustar a la ley y sobre todo a las decisiones judiciales, el cambio ha sido paulatino y las consecuencias importantes. Hasta hace muy poco tiempo no había forma de acudir a la justicia para solucionar un problema entre aquellas personas que Fifa llama alegremente la “familia del fútbol”. Mi primer trabajo en este campo del derecho deportivo consistió en defender al Olimpia del Paraguay contra Fifa precisamente porque a esta entidad le pareció que una rendición de cuentas a un dirigente indelicado daba para retirar al equipo de Asunción de toda actividad relacionada con el fútbol.

Adicional a esto, FIFA, las confederaciones continentales y las federaciones nacionales tienen el monopolio del fútbol, nadie puede organizar un partido de fútbol sin la autorización de alguna de estas entidades, so pena, igualmente, de verse enfrentado a la desafiliación y retiro de cualquier actividad relacionada con el fútbol. La explotación comercial de cualquier actividad relacionada con el fútbol debe tener una autorización previa de cualquiera de estas entidades. No se puede utilizar una imagen y no se puede narrar un partido.

Es decir resulta o mejor, resultaba imposible hacer algo sin que estas organizaciones autorizaran y por lo tanto se lucraran. Como son monopolio, fijan precios, práctica que en la mayoría de los países occidentales es ilegal o al menos está desaconsejada.

En Colombia, por ejemplo ha sido imposible hacer la primera “C” pues a la federación no le da la gana; están los jugadores, los equipos y las ciudades dispuestas a participar en un torneo de ascenso a la primera “B”, sin embargo esto no ha sido posible y no se ve nada diferente para un futuro próximo simplemente porque a la Federación Colombiana de Fútbol no lo hará.

Algo similar ocurrió hace poco más de dos años en Europa, varios clubes poderosos, con apoyo económico importante plantearon hacer un nuevo campeonato, la Super Liga, en la que los mejores equipos de ese continente jugarían un campeonato nuevo, apartados de Uefa y Fifa. La respuesta de estas organizaciones fue enfática, equipo que participe quedará fuera de cualquier competencia y los jugadores de estos no podrían volver a jugar al fútbol.

Esto cambió, a finales del año pasado el Tribunal de Justicia Europeo indicó que es “un abuso deposición dominante el hecho de que las asociaciones responsables del fútbol en los ámbitos mundial y europeo, y que ejercen paralelamente diferentes actividades económicas vinculadas a la organización de competiciones, hayan adoptado y apliquen normas que supeditan a su autorización previa la creación, en el territorio de la Unión, por una tercera empresa de una nueva competición de fútbol de clubes y que controlan la participación delos clubes de fútbol profesional y de los jugadores en tal competición, bajo pena de sanciones”

Con este fallo, por ahora en el ámbito europeo, se podrán hacer campeonatos de fútbol fuera de Fifa y Uefa sin necesidad de autorización de estas y sin que los jugadores participantes corran el riesgo de ser sancionados. Libre competencia.

Ojalá en Colombia ocurra lo mismo; el monopolio de la Federación Colombiana de fútbol debería terminarse; me parece que quien más lo celebraría serían aquellas personas que quieren ver el fútbol femenino y que podrían organizar un torneo aparte de Dimayor y Federación. Igualmente los equipos aficionados que quieren tener un campeonato de ascenso y que la Difutbol no realiza.