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lunes, 25 de julio de 2022

En pocos meses empezará a jugarse un mundial raro y cada día aparecen noticias que lo hacen todavía más raro. De entrada, el momento es difícil de entender, entre noviembre y diciembre, fecha inédita que se definió básicamente por temas de temperatura; a mitad de año resultaba imposible jugar al fútbol. Como lo he dicho varias veces en esta columna, no se les preguntó a los jugadores, esta vez fue peor todavía, ni a los jugadores, ni a los técnicos, ni a los equipos ni a nadie se hacía básicamente porque había o hay cantidades enormes de dinero y ya sabemos que en Fifa el dinero es prácticamente el primer motivador del fútbol.

Todo empezó mal, el proceso de elección fue un sainete que se investigó y que parece que sirvió para que muchos dirigentes se llenaran los bolsillos de dinero.

De nada han valido las quejas de organizaciones internacionales o jugadores tan importantes como Erik Cantona sobre los derechos humanos de los trabajadores que construyeron los estadios y que según The Guardian superan los 6.000 muertos. El mundial se hará a pesar de todo esto.

Evidentemente se hará y disfrutaremos los futboleros este extraño campeonato, a medida que pasan los días empiezan a aparecer varias medidas le quitan color a esta fiesta.

El primero es que no se podrá consumir cerveza en los estadios; se había dicho que se podría tomar en los estadios; una cerveza es patrocinador de Fifa adicionalmente para muchos resulta casi que automático ver fútbol con una cerveza en la mano, pues bien, ya es una realidad, no se podrá tomar ni en los estadios ni fuera de estos, el estado y la religión en esos países son una misma cosa y si la religión lo prohíbe, pues el Estado también. La prohibición, lógicamente también es fuera de los estadios. No me imagino como irán a hacer los ingleses, los belgas o los alemanes que estoy seguro van a llegar lejos en la carrera por el título y que tienen culturalmente un apego especial por esta bebida para celebrar los triunfos de sus selecciones.

También salió una noticia que indica que se penalizará a el “sexo fuera del matrimonio” hasta con siete años de cárcel, esto es más complejo aún, en un mundo diverso resulta increíble que se indique esta restricción. En varios medios se indica “El sexo está muy fuera del menú (del mundial), a menos que vengas como un equipo de marido y mujer. Definitivamente no habrá aventuras de una noche”. Esto es increíble, va en contra del derecho fundamental a la intimidad y Fifa lo indica tranquilamente. Ni que hablar de las relaciones homosexuales. Finalmente, el solo hecho de ondear una bandera con los colores del orgullo gay podrá ser castigado hasta con siete años de prisión.

Evidentemente el fútbol es un negocio y en este deporte el dinero está por delante de cualquier otra consideración; estas restricciones que van saliendo de a poco cada vez que se acerca la fecha de la competencia permite asegurar que será un mundial raro, por la fecha, caro, ya lo han dicho en varios sitios que ir al mundial costará mucho dinero y bastante aburrido.

Fifa siempre ha tenido un doble discurso, el de las cámaras y sobre todo el de Europa que dice no al racismo, defiende la igualdad de sexo y propende por temas como la libertad sexual, que cambia una vez se encuentra en países donde la tolerancia en estos temas es baja.