Agregue a sus temas de interés

Agregue a sus temas de interés Cerrar

lunes, 9 de mayo de 2022

Este título ya lo había utilizado hace algún tiempo al analizar, como lo haré ahora, lo que le ha pasado a Chelsea, Paris Saint Germain y Manchester City, tres equipos económicamente poderosos, tal vez los tres mas poderosos del mundo frente al no menos poderosos Real Madrid. En tres eliminatorias fantásticas estos equipos cayeron in extremis con el que sin lugar a dudas es el más grande equipo de fútbol profesional.

Un equipo de fútbol profesional, en cualquier lugar del planeta es un negocio que bien manejado puede proporcionar utilidades interesantes. Participar en campeonatos internacionales, transferir jugadores, promocionar su camiseta y comercializar el día del partido es un negocio complejo, especializado que puede llegar a reportar recursos interesantes para los dueños. Pero esto no es suficiente en un equipo de fútbol, se necesitan títulos, que no se logran fácilmente y que a pesar de las fuentes infinitas de recursos de estos equipos, les ha sido difícil conseguirlos.

Los nuevos ricos no son una moda de estos tiempos, en Colombia vimos como durante la década de los 80 la mayoría de los equipos grandes fueron adquiridos por narcotraficantes que sin la mayor vergüenza intentaron ganar, de cualquier forma. En la actualidad no se trata de narcotraficantes, ahora son oligarcas rusos, magnates orientales o simplemente naciones completas que entregan presupuestos ilimitados a sus nuevos juguetes para intentar arañar un título.

La UEFA ha intentado sin éxito controlar estos capitales que desequilibran los campeonatos locales y pretenden hacerlo igualmente en los internacionales. El fair play financiero, no ha logrado controlar esta moda pues los equipos jurídicos de los equipos logran, en el tribunal arbitral del deporte tumbar las sanciones que UEFA intenta poner para frenar esta espiral. En estos momentos el Newcastle fue adquirido por un magnate saudí que seguramente entrará en la pugna por contratar, por sumas astronómicas los jugadores del momento.

Cuando el dueño, por las circunstancias que estas sean, se marcha, generalmente la situación del club es dolorosa, ya vimos como en Colombia nada quedó del boom de los 80, solo árbitros, jugadores y dirigentes asesinados y una cultura que ha sido difícil de erradicar.

A pesar de las sumas impensables, estos equipos no han logrado su principal cometido, ganar los grandes campeonatos internacionales, salvo el Chelsea, PSG y Manchester City se chocan cada año con equipos tradicionales que con menos dinero pero una cultura más desarrollada en temas deportivos los han eliminado.

No estoy en contra de las nuevas fortunas; estas han permitido mover el negocio del fútbol de una manera dinámica; los 222 millones de euros que el PSG pagó al Barcelona por Neymar Jr sirvieron para que todo el mercado europeo se nutriera de esta cifra fabulosa; por otra parte, aparecen nuevos equipos que dinamizan las competencias y representan un estímulo para los equipos tradicionales en mejorar su negocio para competir deportivamente con estos colosos. La otra cara de la moneda es, evidentemente, el ocaso de muchos equipos y ligas que no pueden recibir esas sumas de dinero, me parece que el fútbol italiano es una víctima de lo que ocurre en Inglaterra y Francia y los ha mandado a un segundo plano pues, todo son sensaciones, no han logrado reaccionar a esta nueva tendencia. Falta mucho para que estos equipos se consoliden, al final son el fruto de un capricho que como llegó puede salir y no sabemos en que va a parar todo esto.