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martes, 31 de mayo de 2022

Muchos son los equipos que gracias a una chequera abundante tienen lo que yo llamo el síndrome del buffet, al menos a mi me pasa que siempre que me veo enfrentado a esas mesas con cantidades enormes de buena comida me sirvo más de lo que me voy a comer y queda comida en el plato. Algunos equipos tienen este problema, con las cantidades asombrosas de dinero que reciben contratan más jugadores de los que reglamentariamente pueden inscribir y se enfrentan al problema, de difícil solución, de hacer algo económica y deportivamente adecuado. Económicamente porque si pagaron mucho dinero por determinado jugador, no se pueden desprender sin perder lo pagado y además porque hay salarios que el jugador pactó y a los que difícilmente renunciará. Deportivamente porque muchas veces hay jugadores jóvenes que no son indispensables al momento de firmar el contrato pero son figuras en potencia que en poco tiempo formarán parte del primer equipo.

Para evitar esto, se utiliza la figura del préstamo de jugadores, figura compleja y problemática que le permite a estos clubes golosos ceder temporalmente a un jugador para luego recibirlo de nuevo. Existen varias modalidades que resuelven diferentes problemas que son utilizadas profusamente.

El préstamo tiene inconvenientes importantes sobre todo desde el punto de vista laboral pues a veces puede diluir las responsabilidades de los clubes empleadores y se hace complejo entender cual de los equipos responde, por ejemplo, frente a un accidente de trabajo.

Uno de los problemas que puede resultar de esta figura es la utilización de muchos jugadores prestados de un mismo equipo en otro equipo, lo que se prestaría para suspicacias o por que no a amaño de partidos.

Pare evitar estos problemas Fifa en su última versión del Reglamento Sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores empieza a regular de manera mas profunda esta práctica. Lo primero que toca es la duración e indica que duración mínima es la equivalente al tiempo entre dos periodos de inscripción la máxima de un año. Para evitar problemas también ordena que las terminaciones de estos contratos sean durante los períodos de inscripción para evitar que los jugadores prestados al volver a su club de origen no puedan contratar con otro club.

El mayor inconveniente que aparece en esta figura es la terminación del contrato de trabajo por justa causa imputable al club que recibe al jugador. En muchos sitios el jugador puede quedar desafectado a los dos clubes y sin recibir salario; en este caso Fifa indica que el jugador en cuestión puede regresar de manera inmediata a su club de origen y este, lógicamente deberá cancelar salarios y demás prestaciones sociales.

A partir del 1 de julio de 2024, de acuerdo con Fifa, un club podrá prestar máximo seis jugadores y correspondientemente, ningún club podrá tener mas de seis jugadores recibidos en préstamo. Adicionalmente a esta restricción, ningún club podrá prestar mas de tres profesionales a un mismo equipo y consecuentemente, ningún club podrá recibir más de tres profesionales en préstamo.

El período de ajuste a esta disposición será de dos años, es decir que entrará en plena vigencia para el inicio de la temporada europea del año 2024. Me parece una norma sensata que busca mayor transparencia en el manejo de jugadores de clubes muy ricos que, como lo hemos visto ignoran las reglas de fair play financiero. También se reflejará en menos contrataciones en Sudamérica pues el cupo de jugadores se disminuye drásticamente.