lunes, 8 de marzo de 2021

El fútbol da para muchas cosas, televisión, estadios, contratos de patrocinio, juego, profesión. En el ámbito jurídico, comercial y deportivo. También aparecen grandes escritores que les gusta este deporte y deciden escribir. Hay clásicos como Fútbol a Sol y Sombra de Eduardo Galeano, autores más especializados en narraciones cortas como Eduardo Sacheri que tiene más de cuatro libros con cuentos de fútbol. Mucha gente lo conocía y hace poco, navegando por internet encontré, Fiebre en las Gradas de Nick Hornby. Un relato de un hincha furibundo del Arsenal que tiene muy buenos apuntes sobre lo que era el fútbol inglés en los 60 y 70 con el que se pueden analizar varios temas jurídicos.

Narra el autor su relación en el club Arsenal, su vida de adolescente alrededor de ese equipo y como la mayoría de sus actividades cotidianas estaban relacionadas con la de su equipo. Partido a partido cuenta historias sobre el fútbol inglés. Narra como a muchos nos ha pasado, que el fútbol es un lugar para encontrarnos con nuestros hijos o padres, el estadio, al menos personalmente me trae recuerdos donde podía compartir momentos familiares con mis hijos o grandes amigos de adolescencia y universidad.
El valor de ir a fútbol de los 70 frente al actual es impresionante, antes, en Inglaterra el fútbol era un espectáculo barato abierto a todo el público, un plan de tarde de fútbol era perfectamente manejable para un obrero de la construcción con dos hijos.

También narra el estado de los estadios ingleses, en su momento destartalados e inseguros con espectadores hacinados, de pie y sin mayor control con todos los riesgos que esto conlleva. Sin lugar a dudas lo que más me llamó la atención es el tratamiento que le dan a los violentos, totalmente normalizada y entendida como parte del espectáculo. Según el autor, se iba al estadio en parte para ver a estos desadaptados que eran parte del espectáculo.

Con este preámbulo narra de manera brillante, me parece a mí, la tragedia de la final de la Copa Europa en Heysel donde más de 30 italianos de la Juve fueron masacrados por hinchas ingleses del Liverpool que realizaban actividades, como lo he dicho, normalizadas en Inglaterra en todos los partidos. Guardando algunas distancias es la situación actual del fútbol latinoamericano.

Todo esto tuvo su culmen en la tragedia de Hillsborough donde más de 90 personas murieron asfixiadas por la incompetencia de la policía, la desorganización y la creencia de que el buen fútbol debe verse de manera incómoda.

Los ingleses, prácticos y sobre todo amantes del buen fútbol modificaron esta situación y mediante un estudio serio y, claro, se implementaron normas que mejoraron la comodidad y seguridad en el estadio. El fútbol de la isla, gracias a este estudio (Taylor Report) dejó de ser un espectáculo oscuro, peligroso y según el autor, bastante frustrante, para convertirse en un espectáculo familiar con todo el estadio con asientos adecuados.

Sería deseable que quienes manejan el fútbol lean desapasionadamente este libro, se trata de fútbol en su estado puro, real, con jugadores conocidos, marcadores, alegrías, viajes y muchos peligros que pueden ser manejados con inteligencia y retirados del estadio.

Finalmente, sería interesante hacer un ejercicio sobre el fútbol de los 70 y el actual en el mismo sitio, el mismo equipo, con estadio moderno, con los mejores jugadores del mundo y con los espectadores disfrutando y gastando para ver un buen espectáculo.