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lunes, 23 de diciembre de 2019

Terminó el año con bastantes temas deportivos y jurídicos por desarrollar, pero no es el momento de seguir escribiendo sobre el tema; hay muchos asuntos sobre el deporte que trascienden lo jurídico.

Argentina ha dado muchísimos deportistas de calidad, fútbol, básquet, fórmula uno entre otros. Pero uno de los aspectos que más me divierten sobre el deporte argentino son los escritores de cuentos e historias de fútbol. Salvo los españoles que también tienen gran cantidad de narradores de este estilo, en Hispanoamérica van a la cabeza.

El primero, más conocido y polifacético es el genial Roberto Fontanarrosa, que adicional a sus dos personajes icónicos Boogie el Aceitoso e Inodoro Pereira y sus caricaturas, hizo novelas largas de fútbol, Área 18 en la que un país africano tiene un equipo imbatible y en vez de declarar guerras decide jugar su territorio en partidos de fútbol (solución que deberían considerar nuestros políticos) y donde el protagonista y diez mercenarios más enfrentan a este equipazo. Con un perfil más histórico escribió, No te vayas, Campeón sobre equipos argentinos históricos y colaboró en varios libros sobre el tema. Fontanarrosa, canalla irredimible, tiene el que hoy en día es considerado el mejor cuento de fútbol, se llama 19 de diciembre de 1971, que es la historia de uno de los partidos mas memorables jugados en Buenos Aires por dos equipos de Rosario, el partido fue lo de menos; la narración se centra en un viejo, Casale, con problemas cardíacos que va a ese juego. Una historia deliciosa narrada de manera impecable con un gran final, vale la pena leerla y deleitarse. Otros cuentos fantásticos de este argentino son, El ocho era Moacyr, Memorias de un wing derecho, Escenas de la vida deportiva, Jorge, Daniel y el Gato, La observación de los pájaros, Lo que se dice un ídolo y Viejo con árbol. Todos recomendados. Mucho más serio y político Eduardo Galeano, futbolero hincha a morir de Nacional de Montevideo escribió el clásico Fútbol a Sol y Sombra, que relata muchas historias sobre este gran juego.

Recientemente Eduardo Sacheri, hincha de Independiente de Avellaneda, es un continuador de esta saga del sur en cuentos de fútbol, personalmente el que más me gusta es Esperándolo a Tito, una historia de amigos de barrio que jugaban al futbol, también tiene otros fantásticos, que vale la pena leer, Lo Raro Empezó Después, y uno especial, La Promesa.

El último argentino destacado es Hernán Casciari hincha de Racing de Avellaneda que tiene una revista que se puede comprar (desafortunadamente no en Colombia) física o que, rarezas de este señor, se puede bajar gratis completa en pdf, que tiene el futbolerísimo nombre de Orsai, gran revista.

No se puede olvidar a Jorge Valdano, campeón mundial, delantero poderoso, técnico, comentarista e inventor de una frase universal de fútbol, el miedo escénico. No tan prolífico escritor como los anteriores recopiló en un libro Cuentos De Fútbol, muchas historias de autores sudamericanos como Mario Benedetti, Osvaldo Soriano y Alfredo Bryce Echenique, todos futboleros.

Es bueno entender que este juego maravilloso no es solo tácticas, árbitros y desde hace poco tiempo el VAR, hay otras manifestaciones, menos inmediatas que nos recuerdan que se trata de un juego y que desde los cuatro años hasta cuando podamos pegarle a una pelota los disfrutamos.