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jueves, 1 de febrero de 2018

Colombia es un país cuya generación de energía proviene eminentemente de dos fuentes tradicionales de energía tales como la hídrica y térmica.

Como es sabido, la energía proveniente de fuentes hídricas constituye casi 70% del total de la energía que se consume en el país. Aunque este tipo de fuente de energía no es considerada como energía renovable, sí es una fuente de energía muy limpia, a diferencia de la energía térmica a base de carbón y gas, la cual es sumamente contaminante pero muy eficiente.

Debido al compromiso adquirido para la reducción de emisión de gases de efecto invernadero bajo la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático el pasado julio de 2015, pese a que no lo comparto, se puede decir que ayudó a pavimentar el camino para el desarrollo de otro tipo de fuentes de generación de energía.

Aunque actualmente, lo que se conoce como energías renovables, no ocupa un porcentaje muy alto en la energía que se consume en el país, sobre todo en la zona interconectada, son fuentes de energía que poco a poco están generando una presencia importante en el territorio nacional, y principalmente en las zonas no interconectadas.

De las energías renovables, la que más abunda en Colombia es la solar, no por la capacidad instalada de generación, sino por la cantidad de proyectos ya que existen varios campos de generación de energía para la comercialización de la misma con usuarios regulados y no regulados, así como numerosos proyectos que cuentan con esta tecnología para la autogeneración y autoconsumo de la energía.

Sin embargo, existen muchas otras fuentes de energías renovables como lo es la eólica, biomasa, energía azul, geocéntrica, entre otras.
De las antes mencionadas, la eólica es la que más desarrollo está teniendo debido al potencial que tiene Colombia para la puesta en marcha de campos importantes como lo es en la Guajira, los Santanderes y la región Caribe, y otros en menor medida como Tolima, Risaralda y otros tantos, de acuerdo con el documento “Alternativas para la inclusión de Fncer en la matriz energética colombiana de mayo de 2017, redactado por el SER.

Lo más probable es que la energía fotovoltaica y la eólica sean las de mayor presencia dentro de las renovables es por el grado de desarrollo de la tecnología que ha permitido reducir los costos y la eficiencia de estas fuentes, pero no podemos dejar de lado otras alternativas muy viables y que pueden significar un impulso importante al sector eléctrico del país y para la economía nacional.

Por ejemplo, la energía generada a través de la biomasa y de residuos sólidos, son fuentes que ya están viendo explotadas en Colombia que no solo ofrecen un producto tan esencial hoy en día como lo es la energía eléctrica, sino que a su vez ofrecen una contraprestación ambiental, y que vale la pena aprovechar.
También está la opción de ser pioneros en el desarrollo de otras fuentes de energía como la antes mencionada energía azul, la cual tuvo ruido hace poco en un artículo publicado por El Tiempo, “Colombia le apuesta a ser potencia en generación de ‘energía azul’”.

Para que este sector siga prosperando, es indispensable el papel tan importante que juegan los abogados, ya que sobre nosotros recae la responsabilidad de asesorar a nuestros clientes sobre los grandes beneficios de diferente índole, que la normatividad colombiana, como la Ley 1715 de 2014, y las normas que la reglamentan, como para poner un ejemplo, ofrece para quienes están en la industria de energías renovables o que pretendan entrar a ella.