Ya nos vemos desbordados día a día con la cantidad de usos y potencialidad de la Inteligencia Artificial (IA) en las actividades más frecuentes de toda empresa, y las recientes operaciones relacionadas con los procesadores más poderosos -y su eventual comercialización en China superando las restricciones establecidas por EEUU alrededor del procesador H20 de Nvidia- significan un nuevo auge a la colonización de la IA. Con este panorama global, es cada vez más remoto considerar que una empresa no utilice la IA, debemos alertar a la comunidad empresarial de algunas medidas concretas que pueden adoptar antes de poner en marcha actividades y proyectos basados en IA.
A partir de la asesoría que hemos brindado durante el primer semestre de 2025, y habiendo representado a múltiples empresas judicial y extrajudicialmente con ocasión de reclamos formulados por parte de terceros, el principal aspecto que resuena con la IA es el uso excesivo de las herramientas sin cumplir con las condiciones de licenciamiento establecidas por los proveedores.
Se ve una tendencia muy alta a usar soluciones “Freemium”, lo que significa que es una versión aparentemente gratuita/básica con el fin de que la empresa conozca la solución y experimente en ella, teniendo la opción de adquirir una licencia de pago que permita acceder a más funcionalidades o alternativas. El uso de este tipo de licencia normalmente conlleva restricciones y/o uso limitado del contenido, o al menos se pueden presentar algunas irregularidades si no se ha adoptado por el modelo adecuado de licenciamiento.
Algunas de las soluciones disponibles de IA incluyen dentro de sus Términos y Condiciones (T&C) restricciones de uso y definición de tarifa por licenciamiento de acuerdo con los ingresos que percibe una empresa, por lo tanto si usted está pensando en adquirir una licencia, es altamente recomendable validar el alcance de los T&C de cada plataforma y verificar que no esté excediéndose en el uso, ya que si usted paga una licencia de menor valor al correspondiente y se logra demostrar por parte del proveedor, puede quedar expuesto a reclamaciones judiciales o extrajudiciales y al pago de grandes sumas de dinero a título de indemnización.
Otro aspecto para resaltar tiene que ver con el manejo de los “Inputs” y de los “Outputs”, ya que son la esencia de la IA, y es que todos los usuarios deben tener claro que la inclusión de documentos, información o contenido en estos procesadores de información masiva busca en todo momento entrenar el modelo de IA, por lo tanto, se pueden presentar vulneraciones, incidentes o amenazas derivadas de compartir esa información a través de la IA. En relación con el trabajo resultante del procesamiento (Outputs), se presume que será de la empresa que la emite, y no se ofrece garantía alguna sobre su integridad, alcance ni originalidad, lo que genera un alto riesgo de disputas futuras en materia de Propiedad Intelectual.
Por el momento la perspectiva internacional derivada del análisis de casos en EEUU apunta a que todo lo que sea generado por IA no puede ser objeto de exclusividad en la perspectiva de los Derechos de Autor (Copyright) y según los fallos más recientes se han establecido parámetros aplicables en materia del Fair Use (Uso Legítimo) en las grandes demandas iniciadas por autores y escritores contra Meta y Anthropic, tras considerar que si esas empresas pagaron por el contenido (por ejemplo libros o publicaciones), tienen el derecho de alimentar sus librerías de información y realizar las labores de “entrenamiento” de la IA para que estos procesadores generen nuevo contenido derivado del material original (LLMs - Large Language Models).
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