La encuesta más reciente fue la elección misma, quedó claro que las “cábalas” de las agencias encuestadoras se rajaron, ninguna daba la victoria a Óscar Iván Zuluaga, ninguna mostraba el gran desempeño y fuerza de mujeres como Martha Lucia Ramírez y Clara López, y menos que nadie evidencio el “traste” de un buen candidato como Enrique Peñalosa, lastima sus nuevas compañías y su falta de claridad frente a la dicotomía en ser “demócrata, socialista o marxista”; Óscar Iván Zuluaga, quien con el poder de las ideas ha logrado posicionar su programa de gobierno en la ciudadanía, ha logrado hacer sentir a las mayorías seguridad que él tiene las herramientas y la experiencia suficiente para hacer una Colombia distinta, como el mismo lo ha indicado “seré el presidente de la educación”, y si la verdad es que lo que necesita más nuestro país es educación.
El carisma y sencillez de Óscar Iván son muestra de un hombre seguro y preparado, lleno de afecto por Colombia para dar su talante y experiencia a todas las necesidades del país, en plena crisis económica mundial cuando se desempeñaba como ministro de Hacienda tomo medidas suficientes para que el sector productivo y los colombianos en general no sintieran en sus bolsillos lo que sucedía en el resto del mundo, sencillamente la plata a los colombianos les alcanzo para todo mientras la economía mundial vivía una de las crisis más violentas en el último siglo. Así el Presidente-candidato indique que “esa revista premia a todo el mundo”.
Dentro de los planteamientos más importantes de Óscar Iván Zuluaga, esta desde luego continuar con el legado de cohesión social y seguridad, pero no sin antes advertir de la importancia de contar con un país con altos estándares de confianza inversionista, y ese es un propósito del candidato Zuluaga hacer de Colombia una economía sólida y atractiva para la inversión, lograr afianzar un comercio de emprendimiento, invertir en una infraestructura competitiva, que el sector minero energético sea pilar de desarrollo, sin enajenar aquellos sectores estratégicos para el país, y desde luego el reconocimiento del agro como factor de desarrollo y crecimiento.
En política de salud el país se quedó esperando la tan anunciada reforma a este sector, que entre otras tanto demanda la mayoría por no decir la totalidad de colombianos que no encuentran solución a sus dolencias, los ciudadanos no queremos más paseos de la muerte, ni formulas con analgésicos; el planteamiento del candidato del Centro Democrático es claro, no tendrá tolerancia alguna con las empresas de salud que se apropien de los recursos de todos los colombianos, ya conocemos como se prometió acabar con ello, pero el gobierno no lo logro, o tal vez no quiso hacerlo.
La dura crisis al sector agrícola ha sido muy compleja, nunca se había hecho sentir tanto el sector campesino y fue justo en este gobierno en donde la copa se rebosó; la actual administración de agricultura ha dejado de observar normas de obligatorio cumplimiento, incluso de derecho comunitario, no ha tenido interlocución clara y sincera con las demandas de los campesinos pero lo peor del caso es su evidente omisión en darle elementos al agro para que sea competitivo en un mundo globalizado, desde la administración de Juan Camilo Restrepo se vienen dando pasos de ciego en el sector, vulnerando la confianza legítima y haciendo poco o nada, de todos depende si continuaremos con 4 años más del mismo sonsonete.
Corolario: Extrañamente el Consejo de Estado a 2 días de elecciones dicto avalar la venta de Isagen, acción que día a día cae más, ya ha caído cerca de un 5%, de votar por el Santismo, no solo se regalaría la primera magistratura también la política energética de 80 años.
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