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OPINIÓN

Tokenización, pero sin energía no hay IA

21 de enero de 2025

Canal de noticias de Asuntos Legales

Cuando Estados Unidos estornuda, el mundo suele resfriarse. Y con la segunda era de Trump, se incrementarán las oportunidades en áreas clave como la generación de energía, la criptocracia, la tokenización de activos, los centros de datos y el almacenamiento de energía a través de baterías. Sin embargo, para aprovechar estas oportunidades, es fundamental corregir las señales que estamos enviando.

El 17 de enero de 2025, Estados Unidos publicó la Orden Ejecutiva No. 14141, a través de la cual declaró la infraestructura para la Inteligencia Artificial (IA) como un elemento estratégico para la seguridad nacional y la ciberseguridad.

En lo que respecta a seguridad nacional, los países con los recursos para hacerlo no escatiman esfuerzos. Y si esto implica robustecer la infraestructura para la IA, es muy probable que se recurra a países cercanos para proveerse de bienes y construir en sus territorios elementos físicos como servidores, cables, redes y centros de datos. Para ello, será indispensable contar con un suministro constante de energía, que podría provenir tanto de la red eléctrica como de recursos energéticos distribuidos.

Está claro que la era de la inteligencia artificial requiere conectividad, bienes y computación distribuida, pero hay un factor esencial que no podemos pasar por alto: el suministro de energía eléctrica y gas natural. En estos dos recursos energéticos, es urgente para Colombia cambiar las señales.

Una de las primeras medidas que debe tomar el Estado Colombiano es ponerse al día con sus obligaciones por concepto de subsidios, saldos de opción tarifaria y deudas con los usuarios oficiales. No podemos permitir que se repita lo sucedido con Electrovichada, que tuvo que cesar operaciones debido a la falta de pago de subsidios por parte del Gobierno Nacional.

Además, el Estado colombiano no puede seguir generando divisiones internas que debiliten la inversión privada. Es fundamental crear un entorno que fomente la colaboración y el desarrollo del sector energético, especialmente en el contexto de la transición hacia nuevas fuentes de energía.

La Orden Ejecutiva No. 14141 fue firmada por el expresidente Biden, pero la alianza Trump-Musk tiene el potencial de fortalecer aún más la infraestructura para la inteligencia artificial. Cabe destacar que este desarrollo no necesariamente se limitará al territorio estadounidense. Por lo tanto, si queremos aprovechar las oportunidades generadas por estos avances, podemos tomar el ejemplo de México, que es el principal exportador de bienes a Estados Unidos.

Desde Colombia, podemos convertirnos en un exportador líder de servicios para la tokenización de activos. Pero para ello, es imprescindible ampliar nuestro portafolio de generación de energía, tanto convencional como no convencional. Porque sin energía, no hay Internet, no hay datos, y, por supuesto, no hay inteligencia artificial, sin energía no hay IA.

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