lunes, 29 de enero de 2024
¿Hasta cuándo permitiremos que los derechos de los abogados sean vulnerados? La profesión, que debería ser respetada por su ejercicio digno, se ve constantemente atacada. Cielo Rusinque, no es santo de la devoción de muchos, pero ella si tiene un Santo o ¿diablo? Del que es devota Gustavo Petro. Sin embargo, si es una abogada preparada y destacada en su campo, ha experimentado críticas, especialmente por su conexión con Gustavo Petro. Pero ¿acaso tener preferencias políticas la descalifica?
Rusinque, tras un paso cuestionable por el DPS, ha demostrado su valía en roles jurídicos y llega a donde si puede ejercer lo aprendido. ¿Deberíamos juzgarla por sus opiniones políticas en lugar de reconocer su competencia? ¿Es justo esperar que ataque a su gobierno o a su ídolo? ¡Por favor! La respuesta es un rotundo no.
En el contexto de las candidatas la fiscalía, donde todas son abogadas preparadas, surge la pregunta sobre la inclinación ideológica. ¿Ser afín al gobierno sinónimo de ideología? Aparentemente, sí, según la costumbre. Sin embargo, ninguna de ellas, que sepamos, ha trabajado para Gustavo Petro y menos desde que ha sido Presidente, lo que si son es estudiosas y profesionales destacadas.
Personalmente, he experimentado un feroz ataque de la corriente cercana a este gobierno en los últimos dos años por lo que estoy acostumbrado. No obstante, lo inesperado es que, en la judicatura, algunos escasos y contados profesionales judiciales se presten para atacar a colegas con fallos desfasados y ajenos a lo apropiado jurídicamente. Es urgente unirnos y acudir al control convencional para evitar que quienes nos investigan sean los mismos que nos juzgan.
Además, debemos asegurarnos de que la apelación sea una opción para decisiones de fondo y que las nulidades se estudien antes del fallo de primera instancia. Reitero, si no nos unimos como abogados, corremos el riesgo de ser aplastados de manera injusta y aberrante. La defensa de los derechos de los abogados es crucial en estos tiempos desafiantes.
