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jueves, 21 de diciembre de 2023

En 2020 la DIAN adquirió un préstamo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por $250 millones de dólares, con el cual busca financiar la transformación de la Administración Tributaria en Colombia.

Este préstamo, entre otras, tiene por objeto optimizar los procesos de gestión tributaria para aumentar el recaudo y mejorar, tanto la gestión de riesgo del fisco, como el modelo de gobernanza institucional.

Dentro de estos objetivos es de destacar la promoción de la transformación digital, de datos y de seguridad de la información, que entrelaza a la Administración Tributaria con la Cuarta Revolución Industrial mediante el uso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), lo cual, sin lugar a duda, se constituye en una realidad que se proyecta como el punto de partida para el mejoramiento de la eficiencia y eficacia en el pago y recaudo de los tributos en Colombia.

Como resultado de lo anterior, la Dian ha aumentado los procesos que se llevan a cabo de forma electrónica, entre estos, los pagos en línea, la creación de canales de contacto digital, el diligenciamiento de declaraciones y el uso de datos; además, viene trabajando en desarrollos de software in-house, uso de Large Language Models (LLM), Machine Learning y otros tipos de Inteligencia Artificial (IA).

Y nos sirven de referente en esta materia las actividades ejecutadas por las Administraciones Tributarias de otros países, que nos permiten identificar qué falta y puede realizarse en Colombia, y lo que se debe garantizar ante este proceso de digitalización. Hay varios ejemplos relevantes que ameritan tomarse en cuenta.

Está el caso de EE. UU., que ha venido proyectando desde 2016 sistemas de macrodatos y algoritmos predictivos de fraude fiscal a través de la Oficina de Investigación, Análisis y Estadísticas Aplicadas (RAAS por sus siglas en inglés); otro, el de Inglaterra, que implementó la estrategia Making Tax Digital (MTD), bajo la cual los contribuyentes deben mantener sus registros contables digitales y usar un software compatible con el sistema indicado por la Administración; también los casos de España y Australia, en donde existen asistentes virtuales que funcionan para más de 65.000 contribuyentes y con más de 84.000 variaciones de preguntas, respectivamente; y los casos latinoamericanos (Brasil, Perú y Guatemala), que han avanzado también en la disposición de asistentes virtuales al servicio de los contribuyentes, para brindar información sobre los diferentes regímenes tributarios aplicables.

Estas experiencias internacionales evidencian los beneficios económicos y organizacionales de poner en marcha estrategias que permitan vincular la gestión tributaria con las herramientas digitales.

En consecuencia, la labor que está desarrollando la DIAN para la transformación digital tributaria genera una fuerte expectativa a futuro, y plantea un escenario de mejora frente al relacionamiento del fisco con los contribuyentes, con un evidente proceso de mejoramiento de la Administración Tributaria en términos del uso de la tecnología, que se espera siga avanzando de manera sostenible en el plano formal y sustancial.

En todo caso, es importante que se garantice una gestión adecuada en la captación y análisis de datos, que se protejan los derechos de los contribuyentes, por ejemplo, de llegarse a implementar modelos predictivos de fraude fiscal, y que no se discrimine a algún sector de la economía, de adoptarse modelos basados en la IA.