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jueves, 2 de diciembre de 2021

Definitivamente el gran motor de la reactivación aérea en Colombia y en el mundo está en manos de las aerolíneas de bajo costo (LCC) y las de ultra bajo costo (ULCC) como se identifican por sus siglas en inglés.

Recientemente Avianca ofreció al público tarifas a 38 trayectos nacionales desde $29.000 sin ser declaradamente una aerolínea de bajo costo o ultra bajo costo.

Como consumidor uno tiende a pensar que tal vez Avianca está abandonando a sus clientes tradicionales para acercarse más a estos exitosos modelos de negocio en el transporte aéreo.

¿Qué caracteriza a una aerolínea de bajo costo o de ultra bajo costo?

El modelo de bajo costo existe desde 1949 pero fue Herb Kelleher y Southwest Airlines quienes le dieron forma a dicho modelo en 1971 y Laker Airways en Inglaterra hacia 1977.

Se les ocurrió operar una misma clase de aeronave, el Boeing 737, con una única configuración de sillas, una estructura de tarifas muy simple, sin ofrecimiento de comidas a bordo y sin la posibilidad de asignar sillas.

Esta fórmula eliminaba los extras que daban supuestamente gratis las aerolíneas tradicionales lo que redujo significativamente los costos operacionales sin afectar la seguridad aérea.

Por supuesto que esto les permitió ofrecer tarifas más bajas que las aerolíneas tradicionales.

De manera general estas son las características de una aerolínea que opera bajo el modelo de bajo costo.

La actividad aérea es muy dinámica y en ese sentido apareció una nueva figura: ultra bajo costo.

Esta tarea la cumplió Ryanair en Europa, definiendo el modelo de ultra bajo costo. La fórmula mágica consistía en eliminar todos los extras posibles y acudir a todas las figuras financieras disponibles para bajar los costos a lo mínimo sin afectar la seguridad aérea y poder mover las personas de un lugar a otro al menor costo posible.

Además de recoger todas las características de los modelos de bajo costo el modelo de ultra bajo costo configura las sillas de la aeronave al máximo posible autorizado por el fabricante del modelo.

Obviamente sacrificando el espacio para las piernas y suprimiendo la posibilidad de reclinar la silla, por ejemplo. A los que les gusta llevarse la carta de instrucciones de seguridad de la aeronave ya no lo pueden hacer bajo este modelo pues está impresa en el espaldar de la silla. Esto, por ejemplo, reduce costos de mantenimiento.

En resumen, el contrato de transporte aéreo incluye lo esencial, que es el transporte de un lugar a otro. Todo lo demás es adicional y tiene un costo.

Desde el punto de vista del consumidor estos modelos conllevan a veces a grandes desilusiones pues esperan confort a un costo muy bajo lo cual desafortunadamente no coincide.

Estos modelos son grandes dinamizadores del transporte aéreo. Han democratizado el acceso al transporte a personas que sin la existencia de estos modelos de aerolíneas tal vez jamás habrían podido transportarse por vía aérea.

Tiene usted como consumidor de servicios de transporte aéreo que definir qué quiere que le ofrezcan las aerolíneas y saber qué esperar.

Lo que conocemos que ofrecen las aerolíneas tradicionales o simplemente lo esencial, con la posibilidad de pagar por cada extra que requiera y que ofrecen las aerolíneas de bajo costo y ultra bajo costo.