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miércoles, 19 de noviembre de 2014

No solamente, la nula inversión en  tecnología  espacial que nos permita el acceso al espacio ultraterrestre, sino el completo desinterés en pertenecer, al menos desde el punto de vista legal, al mismo, han impedido acceder, usar y beneficiarnos de dicha zona. 

Pero, más vale tarde que nunca y 57 años después de iniciada la era espacial, Colombia entra al espacio ultraterrestre, al menos desde la perspectiva legal, con la entrada en vigor del “Convenio sobre el Registro de Objetos Lanzados al Espacio Ultraterrestre”. El cual después de surtir el  trámite legal respectivo fue promulgado mediante Decreto 1065 del 10 de junio de 2014.

Ya es un hecho legal y por lo tanto somos parte al menos de una de las cinco normas internacionales que regulan el espacio ultraterrestre, no obstante los impedimentos legales que han existido para que accedamos al espacio ultraterrestre.

Entre otros, las reclamaciones que hicieron  varios países ecuatoriales, entre ellos Colombia, pretendiendo ejercer  soberanía completa y exclusiva sobre el espacio exterior arriba de sus territorios y que quedó plasmado en la Declaración de Bogotá de 1976 y en nuestra Constitución Política Nacional. Las cuales van en contravía de lo establecido en el “Tratado Sobre el Espacio Ultraterrestre de 1966”, del cual por supuesto no somos parte.

Lo cierto es que hay unas posibilidades inmensas en el espacio ultraterrestre y que esta es una excelente herramienta legal para que Colombia  entre en el espacio ultraterrestre y recupere el tiempo perdido y su presencia en el mismo.

Para esto, por supuesto que se requiere que se  invierta en la tecnología espacial que sea necesaria y que nos permita a todos aprovecharnos de los beneficios brindados por nuestra estratégica posición espacial. Muy pocas actividades humanas han transformado cultural, social y  económicamente nuestras vidas como la tecnología satelital. Las telecomunicaciones satelitales constituyen el único vínculo entre la tierra y el espacio ultraterrestre.

La tecnología satelital facilita entre otras actividades la navegación aérea, marítima, terrestre y fluvial. Vuelve más flexible y eficiente el espacio aéreo. 

Un tema muy importante en Colombia y en el mundo, ya que en general la utilización del espacio aéreo es sub utilizado por no contar con la tecnología que soporte la navegación satelital (Gnss). Un satélite de observación serviría para poder advertir sobre erupciones volcánicas, daño ambiental, terremotos, polución del espacio aéreo y marítimo. Delimitación y valoración de predios con precisión, entre otras actividades.

Es un buen paso el que Colombia está dando hacia el espacio ultraterrestre el hecho de que el  “Convenio sobre el Registro de Objetos Lanzados al Espacio Ultraterrestre”, ya sea parte del ordenamiento jurídico colombiano.

Ahora viene un trabajo largo de potencialización de las oportunidades comerciales  que pueden surgir con este instrumento legal.

Sin duda, Colombia  no debe entrar al espacio ultraterrestre solamente desde el punto de vista legal. Es vital que lo haga también desde el punto de vista tecnológico. Por ejemplo, no debe renunciar al proyecto del satélite colombiano el cual fue archivado recientemente.

Las posibilidades brindadas por el espacio ultraterrestre no son un tema planteado en tiempo futuro,  son un tema del ya y el ahora.

Colombia debe entender que el desarrollo de la tecnología espacial  nos ayudará a resolver problemas de la tierra.

En consecuencia, todos estamos invitados a explorar las posibilidades comerciales que trae el espacio ultraterrestre para Colombia con la entrada en vigor del “Convenio sobre el Registro de Objetos Lanzados al Espacio Ultraterrestre”.