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jueves, 6 de junio de 2019

La industria de la aviación ha vuelto pequeño el mundo logrando tener un impacto de diversificación conectando culturas a una escala nunca vista. Ha hecho que los humanos tengamos una aproximación distinta al mundo.
La aviación es una macroeconomía dentro de la economía global. El año anterior contribuyó con aproximadamente US$1.300 millones a la economía mundial.
Según la Iata, la industria de la aviación generó 2,5 millones de empleos a nivel global el año pasado. En Colombia, la industria aérea contribuye con US$7.500 millones que corresponden al 2,1% del PIB nacional y a su vez genera 600.000 empleos.
La industria aérea fomenta el turismo y el comercio y en consecuencia es de especial importancia para el desarrollo económico y social del país.
Por ejemplo, los turistas extranjeros que llegaron a Colombia en 2018, y que lo hicieron por vía aérea, contribuyeron con US$5.300 millones a la economía colombiana.
Adicional a lo anterior, el fortalecimiento de la industria aérea ha generado un aumento en la conectividad aérea del país en un 40% desde 2012.
Hoy en día, Colombia tiene una oferta de más de 90 rutas internacionales. Todos estos datos son un indicativo del estado en que se encuentra la economía de un país. Entonces, es por esto por lo que se puede afirmar que la conectividad aérea es una medida del potencial económico de un territorio.
Un ejemplo contrario a nuestro desempeño económico es la deteriorada economía de Venezuela.
A finales de los años ochenta y durante los noventa, Venezuela era la economía más importante de Latinoamérica y esto se veía reflejado en la aviación.
Las aerolíneas más importantes del mundo preferían operar a Venezuela en lugar que Colombia. Así, Lufthansa, Alitalia, British Airways, Swissair (vuelo diario a Zurich), United, Continental, KLM, Boac, TAP Portugal y hasta tuvieron el lujo de tener un vuelo semanal en el Concorde de Air France con parada en Azores en la ruta París - Caracas - París.
Ahora, como consecuencia de su mal estado de la economía no tienen aviación. En cambio, en Colombia nuestra aviación ha crecido a dos dígitos en los últimos 10 años y este es sin duda una señal de que nuestra economía no está tan mal.
El reto real que tiene la industria aérea en Colombia está en los impuestos. En Colombia, los impuestos en los tiquetes que se venden componen 54% del valor que pagan los pasajeros de acuerdo con cifras de la Iata.
Colombia está por debajo de todos los otros países latinoamericanos en términos de competitividad, únicamente por encima de Bolivia y Perú.
De acuerdo con estudios de la Iata, se espera que Colombia transporte 100 millones de pasajeros para 2030. Si Colombia baja los impuestos y los cargos que componen el precio del tiquete, la demanda subiría en 20% y se podrá llegar fácilmente a esa meta proyectada.
Hoy en día se transportan 58 millones de pasajeros al año. Y, de acuerdo con Airports Council International, Colombia está en el cuarto lugar con la proyección de más alto crecimiento del sector Transporte Aéreo, solo superada por Vietnam, India e Irán.
Si se asume el reto de disminuir los impuestos y apostarle a una apertura del mercado para permitir el acceso a otras aerolíneas e invertir en una infraestructura de calidad, Colombia podrá posicionarse como líder en la región como lo fue alguna vez Venezuela en su momento.

En Colombia nuestra aviación ha crecido a dos dígitos en los últimos 10 años y esta es sin duda una señal de que nuestra economía no está tan mal