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miércoles, 29 de agosto de 2018

La industria de la moda es un negocio billonario a nivel mundial y en nuestro país aporta aproximadamente 3% del PIB nacional, lo que muestra la gran importancia que tiene esta industria en la economía. Esto da origen a unas necesidades bastante puntuales que suponen nuevos retos para el abogado tradicional, quien debe salirse de los estándares y adaptar áreas del derecho preestablecidas. Así nace el Fashion Law, una disciplina de origen norteamericano, que tiene un poco más de una década de práctica y cuya finalidad es cubrir las necesidades jurídicas que tiene la industria de la moda de una forma mucho más especializada.

El Fashion Law busca hacer un acompañamiento integral dentro de la cadena de valor que compone a la industria de la moda. Esta nueva área del derecho tiene componentes de propiedad intelectual, derecho comercial, derecho laboral, protección al consumidor, derecho ambiental y hasta derecho tributario. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el valor agregado se lo da el conocimiento de la industria de la moda desde el interior, con algunos componentes de marketing y comunicación de moda. Es un área bastante compleja y que apoya a un sector, que hasta el momento estaba siendo desatendido.

En la práctica, la asesoría en Fashion Law se puede ver en el proceso de creación de empresas de moda, en las contrataciones internas y externas, tanto de empleados, prestadores de servicios, proveedores, agencias de comunicación, hasta en las contrataciones con los embajadores de marca. También está presente en los canales de distribución presencial y/o virtual, en la importación y exportación. Y por supuesto, en la constante lucha contra los mercados negros, contra los distribuidores no autorizados y contra flagelos como el contrabando y la subfacturación.

Esta área del derecho también se encarga de acompañar el proceso de protección de los diseñadores y creativos a través de los diferentes instrumentos de propiedad intelectual como el derecho de autor, los registros marcarios, los diseños industriales e incluso las patentes de invención. Es muy común ver noticias sobre plagios, falsificaciones, infracciones marcarias o sobre usos de fotografías no autorizadas, y Colombia no se escapa de este tipo de discusiones.

Otro aspecto que resulta relevante para esta industria es el manejo que se hace de la publicidad y la comunicación de marca, ya que están de por medio los derechos del consumidor. Y muchas veces se pasa por alto esta situación, lo que termina en desinformación, engaño o hasta competencia desleal. Hay que tener en cuenta que la era digital en la que actualmente se mueve el comercio representa más retos y una adaptación de la normatividad existente.

Es importante señalar que la industria de la moda es mucho más que la manufactura de prendas de vestir, también incluye marroquinería, joyería, cosmética y trabajo artesanal. Lo que amplía mucho más el campo de acción de un abogado que decida dedicarse al Fashion Law.

En Colombia, esta área lleva solo un par de años de existencia. Sin embargo, ha tenido una gran acogida en el medio, precisamente por la importancia que tiene para el sector, lo que resulta bastante optimista para los abogados que quieran apostar por esta especialidad, sobre todo en este momento donde la economía naranja juega un papel fundamental en el desarrollo del país. Todavía queda un camino largo para consolidar esta especialidad en Colombia, pero apostar por la fuerza creativa nunca será una apuesta perdida.