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martes, 5 de diciembre de 2023

Poseer activos en el exterior es posible y recomendable para diversificar el patrimonio familiar. El reto práctico es encontrar una estructura eficiente desde la perspectiva tributaria, patrimonial y sucesoral a la luz de las normas colombianas vigentes. Así, a continuación, algunos aspectos y retos contemporáneos a considerar en la gestión del patrimonio internacional:

Aspectos fiscales:

  1. Residencia fiscal: Factores como la permanencia física, la nacionalidad, el domicilio, la fuente de ingresos y la ubicación del patrimonio determinan si una persona está o no obligada a tributar sobre sus rentas y patrimonio de fuente mundial. El principal reto nace cuando se presentan múltiples residencias fiscales y, por tanto, surgen escenarios de doble tributación, o cuando se busca trasladar la residencia a otra jurisdicción, algo que no sucede de la noche a la mañana.
  2. Sede efectiva de administración: Es necesario revisar el lugar donde materialmente se toman las decisiones comerciales y de gestión del día a día de las entidades extranjeras. No basta pues con tener directores u oficinas de papel, pues la norma opta por la sustancia en la toma diaria de las decisiones empresariales.
  3. Régimen de Entidades Controladas del Exterior: Este régimen anti-diferimiento supone la obligación para el residente de declarar directamente los ingresos pasivos de la ECE. El reto será cumplir debidamente con este cuando se trata de estructuras con múltiples niveles, en diversas jurisdicciones y con ingresos de distinta naturaleza.
  4. Reorganizaciones empresariales: Las reorganizaciones empresariales suponen un especial reto, pues pueden generar múltiples obligaciones formales y sustanciales desde la óptica tributaria, aun cuando no se genere un cambio en la composición del patrimonio. Se destaca la complejidad en la aplicación práctica de las disposiciones que regulan las fusiones y escisiones internacionales, las enajenaciones indirectas, así como aquella que se refiere al aporte en especie a entidades del exterior.
  5. Otras disposiciones: Los ajustes por diferencia, en cambio, son igualmente relevantes, pues se pueden generar efectos fiscales por la mera disposición o liquidación del activo. También son muy importantes las normas que regulan los impuestos a los dividendos, ganancias ocasionales y patrimonio, así como aquellas que se refieren al tratamiento tributario de los trusts, FIPs o seguros con componente de ahorro material.

Aspectos sucesorales: La libertad que muchas jurisdicciones extranjeras ofrecen al momento de transferir el patrimonio familiar puede generar tensiones prácticas con nuestras normas de herencia forzosa y aquellas que protegen a los cónyuges y/o compañeros permanentes. Esto se puede convertir en un típico conflicto de ley respecto del cual no existen precedentes locales. Por tanto, buscar estructuras integrales que respeten tanto las normas nacionales como extranjeras a nivel sucesoral será fundamental para prevenir controversias judiciales futuras.

Aspectos patrimoniales: La protección patrimonial supone también el reto de tomar decisiones financieras adecuadas, contar con un gobierno corporativo sólido y analizar la posibilidad de aplicar mecanismos de protección frente cambios de orden político o económico. Esto, evidentemente, a la luz de las normas aplicables.

En síntesis, una debida gestión patrimonial internacional, para ser exitosa, deberá estar a la vanguardia de los retos fiscales, sucesorales y patrimoniales contemporáneos.