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lunes, 18 de enero de 2016

Desde la perspectiva empresarial la expectativa tributaria proyecta en el año un clima de inseguridad jurídica y  el empresariado se pregunta sobre impuestos complejos como el de la riqueza o el incrementos en las tasas reales tributación.

El sector empresarial debe esperar una simplificación del sistema , una tasa real de tributación que mantenga la inversión extranjera, y muy seguramente la implementación de las Beps, como sistema que evite mediante acciones precisas la erosión de las bases tributarias empresariales, por el uso abusivo o inadecuado de algunas normas tributarias, de algunas figuras típicas de los impuestos internacionales y del manejo aventajado de los transacciones entre vinculados económicos.

El primer punto que debe analizar el Gobierno es si la llamada tasa real de tributación es una medida eficiente como indicador de las grandes empresas o si deben establecerse mecanismos efectivos de lucha contra la planeación tributaria abusiva o mecanismos de controversia internacional como la doble no tributación o el aprovechamiento de beneficios tributarios dobles. Ese debe ser el primer reto  para poder afirmar que los contribuyentes con mayor capacidad contributiva están aportando al país lo que les corresponde y especialmente si la tributación en la fuente es la que debe ser.

Es fundamental atraer a la tributación a aquellos actores que aún no hacen parte de ella, con el fin de que el régimen tributario no termine convirtiéndose en una carga lesiva que castiga a los mismos. Sugerencias planteadas por la comisión de expertos tributarios como la de modificar el régimen de las entidades sin ánimo de lucro surgen ante la opinión pública como una buena alternativa para hacer del sistema más progresivo. 

La implantación de temas como la bancarización, el intercambio de información internacional y la  inteligencia fiscal para ubicación de los contribuyentes más resbaladizos y renuentes a entrar en el sistema es relevante. 

Hemos advertido que en busca de la ampliación de la base y combatir este nivel de evasión es de gran importancia fortalecer a la Dian, brindándole el personal necesario para que lleve a cabo la correcta fiscalización, así como una reforma profunda en la carrera administrativa.

Debe emprenderse una responsable labor de conceptualización e instrumentalización del sistema,  es necesario simplificar los impuestos, no solo los del nivel central sino regional. Tener tantos impuestos le resta atractivo al país frente a la inversión, hacen más difícil su administración y muchas veces convierten en regresivo el sistema.

Se debe diseñar un régimen especial para el sector agropecuario. Identificar a los propietarios de explotaciones agrícolas, analizar su capacidad contributiva, establecer la conveniencia o no de sistemas preferenciales y subvenciones y administrar el nuevo sistema, para que poco a poco,  tengamos una tributación del agro mas acorde con sus circunstancias.

La reforma tributaria puede hacer grandes aportes para la descongestión judicial. Resulta importante resaltar la adopción de las recomendaciones que ha hecho la Comisión de Expertos frente a la necesidad de crear en Colombia un tribunal fiscal que resuelva los recursos de reconsideración antes de acudir a la jurisdicción contencioso administrativa. Este tipo de tribunales pueden llegar a reducir el número de controversias hasta en 50%.

Esperamos que el Gobierno nacional escuche estas recomendaciones y propenda porque esta nueva reforma tributaria nos dé las herramientas para estabilizar la economía y fomente y proteja la inversión privada.