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lunes, 5 de octubre de 2020

A lo largo del año hemos tenido un gran número de cambios debido a la emergencia sanitaria que se presentó a nivel mundial debido al covid-19. Uno de los grandes cambios en nuestras vidas fue la gran transformación en la manera cómo se llevan a cabo los diferentes procesos y el hecho de haber puesto en jaque el estatus quo de las relaciones laborales y comerciales. Con el objetivo continuar con la reactivación económica y social, el gobierno ha expedido una serie de medidas que ya hoy podemos considerar como la nueva normalidad y las cuales aplicarán por los próximos meses, inclusive, durante gran parte del 2021.

Con la reciente expedición del Decreto 207 del 2020 expedido por la Alcaldía de Bogotá y las medidas proferidas por los diferentes alcaldes del país, observamos que hoy en día casi todas las actividades económicas están permitidas sin restricción de días u horario, con excepción de algunas pocas actividades que tienen restricción horaria, por ejemplo, para la ciudad de Bogotá, el sector manufactura, construcción, comercio al por menor y prestación de servicios no esenciales.

En lo que resta del año y durante el 2021, debemos adaptarnos a esta nueva realidad en donde el 100% del personal no va a volver a las oficinas, locales y fábricas debido a que las actividades comerciales y laborales tienen que garantizar el distanciamiento físico de 2 metros entre personas.

Esto quiere decir que el aforo de cada una de las oficinas locales y fábricas va a depender del espacio físico que tengan para garantizar el distanciamiento de 2 metros entre persona y persona. Así las cosas, y con el objetivo de continuar con las operaciones laborales y comerciales y sobro todo de las actividades de aquellos trabajadores que estarán en casa, es indispensable que los empleadores robustezcan los sistemas tecnológicos para que trabajo en caso sea igual o más productivo que el trabajo presencial.

Esta nueva realidad va de la mano con un buen Sistema de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SG-SST) que va mucho más allá de tener una buena higiene en los sitios de trabajo. Todo empleador en Colombia tuvo que priorizar e invertir en el SG-SST para modificar la matriz de riesgo para incluir al Covid-19 como un riesgo relevante para la seguridad y salud de los trabajadores. Se tuvo que invertir en medidas físicas de prevención (desinfección de puestos de trabajo, entrega de tapabocas, instalación de dispensadores de gel antibacterial) así como enviar comunicados sobre medidas de prevención en diferentes situaciones que se pueden presentar para mitigar la propagación del covid-19.

Esta nueva realidad implica que todas las medidas que se han adoptado duranta la emergencia sanitaria tales como el trabajo en casa, distanciamiento físico para actividades presenciales y ajustes al SG-SST no fueron de forma temporal. Todo lo contrario, para evitar que se potencialice nuevamente la propagación del Covid-19 y evitar de que tengamos que entrar nuevamente en períodos de aislamiento preventivo obligatorio se deben reforzar las medidas mencionadas anteriormente.

Considero que se debe aprovechar esta coyuntura para adaptarnos a la virtualidad del Siglo XXI que tuvimos que implementar como una necesidad durante la emergencia sanitaria y romper los paradigmas del derecho laboral para que los trabajadores colombianos sean eficientes y competitivos de cara al mundo globalizado.