Agregue a sus temas de interés

Agregue a sus temas de interés Cerrar

jueves, 13 de julio de 2017

Hoy en día, se busca que las empresas ofrezcan beneficios para la población y el planeta centradas en nuevas prácticas sobre protección de derechos humanos y sostenibilidad. Estas se han sumado a la creciente lista de demandas presentadas por los inversionistas, clientes y empleados a las empresas. Según un informe publicado en 2015 por el Governance & Accountability Institute, 81% de las empresas en la lista “Fortune 500” publicaron informes de sostenibilidad.

Las empresas están informando sus normas éticas y esfuerzos para asumir las nuevas exigencias y los consumidores están castigando a las empresas que se están quedando cortos en estos esfuerzos.

¿Qué impacto tienen los Millennials en estas nuevas prácticas? La población de Millennials (personas entre 18 y 35 años de edad) se está convirtiendo en uno de los segmentos de mercado más grande. Es fundamental que las empresas reconsideren su visión estándar de prácticas. Deben adoptar iniciativas socialmente conscientes centrándose en cuestiones que atraigan los intereses de esta generación por una práctica de negocios sostenibles y éticos.

Los Millennials son particularmente inteligentes en el uso de la tecnología, y no piensan dos veces en investigar una empresa, para conocer su registro ético y prácticas laborales. Muchos sienten que es su deber ser parte de iniciativas con el fin de hacer del mundo un lugar mejor. Esta generación no quiere estar asociada con empresas que no asuman la responsabilidad por el medio ambiente y las personas.

Los Millennials son significativamente más sensibles en el consumo y las decisiones laborales. Están dispuestos a pagar un precio más alto por productos sostenibles y elegirían una empresa con una reputación más alta por sus prácticas corporativas. Ellos son parte de una era de crecimiento tecnológico sin precedentes y daños al medio ambiente. La prevalencia de temas como el cambio climático y la desigualdad social han llevado a muchos Millennials a exigir cambios en las empresas. Estas deben enfrentar su capacidad articulando: cómo y por qué la acción individual y colectiva produce un impacto positivo.

Las empresas están tomando las recomendaciones de los Millennials. Los Millennials representan más de 25% de la mano de obra de los Estados Unidos y se espera que esta cantidad aumente a más de 50% en 2020.
¿Qué puede hacer una empresa para ser acogida por los Millennials? Las empresas deben tener en cuenta la necesidad de los Millennials de conectarse. Esta generación siempre está conectada. Viven en un mundo en el que la información está disponible al toque de un dedo, son un grupo nuevo de influenciadores que pueden magnificar los esfuerzos de una empresa y acelerar un cambio positivo.

Por ende, las nuevas prácticas corporativas deben ser fácilmente reconocibles, accesibles y compartidas en una variedad de canales. Para crear un diálogo abierto y bidireccional alrededor de temas e iniciativas propuestas por esta generación.

Se deben establecer nuevos mecanismos de participación. Dirigidos a brindar oportunidades a los Millennials para compartir la información en diversas redes sociales, así como nuevas formas de demostrar la importancia de haber adoptado estas prácticas y las razones para apoyarlas. Las empresas tienen que descubrir los puntos de pasión distintivos de los Millennials, motivarlos de una manera personal. Ellos quieren algo en lo que puedan creer, lo anhelan y lo necesitan.

Una de las generaciones más grandes de la historia está a punto de empezar sus primeros años de gasto, están listos para replantear la economía. Sus experiencias únicas cambiarán las formas en que se compra y se vende, forzando a las compañías a examinar cómo van a hacer negocios en las próximas décadas.

El mundo empresarial no puede ignorar las demandas y expectativas de esta generación. Ellos son devotos en asociarse con empresas alineadas con sus intereses. Por lo tanto, si se hacen visibles las nuevas prácticas corporativas, ellos se unirán.

Esto es más que una tendencia de negocios o una moda pasajera. Las empresas que quieran mantenerse relevantes para las nuevas generaciones se beneficiarán de la adopción de estas nuevas prácticas. Ya no es un lujo. Es una necesidad.