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jueves, 19 de marzo de 2020

Desde que el 11 de marzo la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió el Covid-19 como una “pandemia”, después de que el número de casos de infectados fuera de China se multiplicó por 13 en dos semanas y el de los países afectados se haya triplicado en ese mismo periodo.

El desconocimiento de la fuente de infección de este nuevo virus, la inexistencia de tratamiento o vacuna para el mismo y la incertidumbre acerca de su capacidad de transmisión entre las personas está provocando una nueva crisis sanitaria con incuestionable impacto en la economía global y en la actividad de las empresas. Por eso mismo, ¿qué pueden hacer las empresas para sobrevivir?

Si bien no puede establecerse una norma general sobre pautas de actuación que deban tomar todas las empresas, será preciso analizar cada caso en función del tipo de industria y, de manera particular, las relaciones contractuales existentes tanto con clientes como con proveedores.

Sin ánimo exhaustivo, las siguientes son alguna de las recomendaciones para tener en cuenta:

Asegúrese de que la liquidez de su empresa sea suficiente. Las empresas necesitan definir escenarios adaptados al contexto de su negocio. Deben modelar sus finanzas (flujo de caja, estado de resultado, estado de situación financiera) e identificar los factores desencadenantes que podrían afectar significativamente su liquidez. Para cada detonante, las empresas deben definir movimientos para estabilizar la organización en cada escenario (optimización de cuentas por pagar y por cobrar, reducción de costos, evitar inversiones riesgosas y fusiones y adquisiciones).

Evalúe sus contratos. Las empresas deben evaluar los distintos contratos suscritos y, en particular, el efecto que tendría la fuerza mayor. Se debe hacer un análisis de como se ha pactado la terminación del contrato, por cuales riesgos debe responder cada parte contratante o las potenciales indemnizaciones por incumplimiento, daños o retrasos pactados entre las partes.

En relación con este asunto se debe ser conscientes de que, incluso ante un escenario de fuerza mayor, existe el deber de mitigar el daño y que la fuerza mayor solo opera cuando la empresa ha agotado los medios a su alcance (también los alternativos) para el cumplimiento de las obligaciones pactadas. En este sentido, también se debe contemplar la posibilidad de revisar los términos de un contrato cuando por razón del Covid-19 resultará excesivamente oneroso su cumplimiento, esta es una nueva alternativa jurídica que deberá ser objeto de revisión en los casos que lo justifiquen.

Mantenga una relación cercana con sus clientes. Las empresas para sobrevivir deben tener en cuenta las preferencias y los comportamientos de sus clientes. En China, por ejemplo, aunque la demanda de los consumidores ha disminuido, no ha desaparecido: las personas han cambiado drásticamente hacia la compra en línea de todo tipo de bienes, incluidos los alimentos y la entrega de productos. Las empresas deben estar listas para invertir en línea como parte de su impulso para la supervivencia. Esto implica que la empresa les garantice a sus clientes calidad de los productos o servicios que se lleguen a ofrecer por medios virtuales. Las empresas deben tener claro que el cambio de vida para los clientes fue drástico, por ende, es probable que las preferencias de los clientes no vuelvan a lo que existía antes del brote del virus.

El mundo ya cambió y los paradigmas que conocíamos antes del Covid-19 ya no existen. Es deber de las empresas lograr adaptarse a las nuevas demandas del mercado para contar con la esperanza de sobrevivir. Las necesidades de las personas y las maneras de hacer negocios de las empresas es diferente y como dijo Charles Darwin “las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes sino aquellas que se adapten mejor al cambio”.