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lunes, 9 de junio de 2014

Son muchas las razones que la empresa tiene en cuenta a la hora de dar el paso definitivo. 

El principal motivador es la carencia momentánea de conocimientos o habilidades en alguna locación específica, sin lugar a dudas, la expatriación es la oportunidad perfecta para que la organización conozca las necesidades del lugar al que entrará, prever el impacto de sus productos, bienes o servicios y planear una estrategia de negocios atractiva que le dará buenos resultados.

De manera casi recíproca, el nuevo entorno laboral se presenta como un desafío enriquecedor, en el que los ejecutivos o profesionales que están haciendo carrera en la organización pueden desarrollar y fortalecer sus habilidades y a su vez crear propuestas innovadoras, gracias a los valores diferenciales que su empresa puede aportar al lugar donde se instala.

Dada la importancia para la productividad de su negocio y el crecimiento profesional y personal de sus colaboradores, considere varios puntos al momento de hacer las asignaciones internacionales para que el proceso sea exitoso. En primer lugar, escoja bien a los ejecutivos que representarán a la compañía, además de ser excelentes embajadores de marca, es crucial que los seleccionados tengan habilidades de adaptación al nuevo entorno. Nunca subestime el rol de la empresa, pues ésta siempre deberá facilitar el intercambio profesional.

No olvide que la parte emocional de sus colaboradores incide en su aspecto laboral. Es recomendable la inclusión de los ejecutivos  y su familia en programas de adaptación a su nueva vida. 

Evitar que el cambio de país, cultura, gastronomía, realidad social, los impacte negativamente, por lo tanto, su fácil adaptación será en gran parte responsabilidad de la dirección de la compañía.

No escatime en gastos cuando se trata de la seguridad y de la calidad de vida de sus embajadores. Para ellos la internacionalización no es un proceso sencillo, les significa cambiar de hábitos, amigos, vivienda y lo más importante, les representa apartarse de sus seres queridos. El reto para la empresa con sus “expatriados” es mantener al menos las condiciones y nivel de vida que los ejecutivos llevan en su país de procedencia, es poco ambicioso que piense ahorrar en su bienestar, si lo que pretende es apuntar a optimizar los resultados, ésta decisión gerencial puede alejarlo de la meta que se ha propuesto con la expatriación.

Como directivo, gran parte del secreto consiste en que vea con otros ojos la oportunidad que el mundo le ofrece y arriesgarse a conquistar otros mercados con el valor diferencial que hace única a la compañía. 

Recuerde asumir la responsabilidad que le corresponde, facilitar las condiciones de bienestar a sus colaboradores en el lugar donde se encuentren, teniendo claro esto, puede que esté listo para la internacionalización, donde los buenos resultados dependen de manera importante de la felicidad de sus ejecutivos que están lejos de casa.