Agregue a sus temas de interés

Agregue a sus temas de interés Cerrar

jueves, 22 de noviembre de 2018

En el marco del nuevo orden mundial, los países deben promover el avance de la tecnología y de la innovación con el fin de responder a las dinámicas sociales, económicas y políticas que trae cada día, las cuales van marcando de forma decisiva la vida de las personas en las nuevas sociedades.

La Constitución Política de Colombia introduce en su articulado la promoción de estos avances en los distintos campos, con el fin de generar progreso y desarrollo y con ellos el mejoramiento de las condiciones de vida en la sociedad.

A pesar del crecimiento que ha tenido la innovación en Colombia, reflejado entre otras en el aumento de solicitudes de registro de patentes de invención, las cuales Según estadísticas de la Superintendencia de Industria y Comercio aumentaron de 168 en 2006 a 595 en 2017 (por parte de residentes), algunas universidades y empresas, todavía no cuentan con las herramientas y mecanismos necesarios para comercializar ese potencial tecnológico. De hecho, en la mayoría tampoco existe una política de incentivos que fomente la generación de nuevas capacidades o resultados de investigación.

Diversos estudios realizados al sector innovador colombiano, han evidenciado que es necesaria una mayor inversión nacional, para salir del estancamiento y la lentitud en los procesos de gestión del conocimiento en la que se encuentra Colombia. El crecimiento y fortalecimiento de las capacidades requiere de un esfuerzo mayor mancomunado entre entidades, Estado y Universidades de tal manera que podamos como Nación ir de la mano del ritmo comercial global e intensificar esfuerzos para proyectar económicamente sus desarrollos, lo cual a su vez, permitirá obtener un mayor retorno de la inversión.

Tenemos el potencial, algunas herramientas, la capacidad intelectual e innovadora, entre otras, pero las estadísticas muestran que hay un desaprovechamiento de las capacidades, muchas veces por desconocimiento y falta de interés por hacer uso de la innovación y los desarrollos tecnológicos colombianos. Tan es así, que según las cifras presentadas por la Superintendencia de Industria y Comercio, a pesar de incrementar la cantidad de solicitudes de patentes de invención a través de los años, alcanzando como se ha dicho para 2017 casi 600 solicitudes por parte de residentes, los no residentes alcanzaron para el mismo año un total de 1.777 solicitudes.

Basados en los hechos actuales, y concretamente en el análisis práctico de la Ciencia y la Tecnología, necesariamente debemos calificar como lento el proceso de crecimiento de este sector. Pero este examen es el mejor punto de partida para replantear y promover estrategias que permitan nutrir las estadísticas y resultados, y quién más que la academia para fortalecer e incentivar a la generación de innovación, desarrollo, y a su protección ante las entidades competentes, para su comercialización y transferencia que podrá traducirse en crecimiento económico del país y la región.

Colombia se encuentra ante una nueva oportunidad y frente a la esperanza de que la mirada de un nuevo y joven gobierno pueda emprender un camino de crecimiento y mejoramiento. Romper barreras y aprovechar mejor las capacidades intelectuales de los investigadores y desarrolladores será el camino para que la innovación pueda aportar más al crecimiento cultural y económico del país, reto que implicará un trabajo mancomunado y colaborativo de todos los actores del sistema, esto es, los centros e institutos de investigación y desarrollo tecnológico, oficinas de transferencia de resultados de investigación, empresa, universidad, entre otros.

*Las opiniones del autor son ajenas a la Fundación Universitaria del Área Andina.