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  • Jenny Escobar Zárrate

jueves, 3 de diciembre de 2015

Existen opiniones según las cuales, el sistema de patentes obstaculiza los avances en I+D y tecnología en lugar de promoverlos. Esto respecto de los países en desarrollo, en donde de acuerdo a los exponentes, el sistema protege los monopolios y entorpece la libre competencia. Algunas corrientes proponen abolir los derechos de PI, de manera que el mercado sea regulado por las políticas anticompetencia desleal y demás leyes que regulan el comercio en general.

¿Qué pasa si no se protegen los desarrollos de una industria en crecimiento?

Las patentes, como un bien privado a través del monopolio limitado y bien público a través de la divulgación de innovación, no sólo previenen la competencia sobre la base del parasitismo o aprovechamiento ilegítimo, sino que también permiten y apoyan, la propagación de la competencia basada en la innovación, ya que actúan como un incentivo para el desarrollo.

La ausencia o debilidad del sistema de patentes podría promover la transferencia y aprendizaje tecnológico a través de la copia y la imitación. En este punto, los diferentes mecanismos que regulan los sistemas de patentes en general, deben lograr un equilibrio ideal entre los intereses de los bienes privados y los bienes públicos, en donde la completa abolición del sistema de patentes se vería únicamente representada en una disminución del progreso tecnológico 

¿Qué se requiere?

Es importante elaborar políticas que velen por garantizar un equilibrio entre la oferta de incentivos, para estimular las actividades de I+D, y un entorno competitivo para los pioneros, los investigadores que se basan en investigaciones propiamente.  

Los países en desarrollo y en general las industrias pequeñas innovan de manera espontánea, pero pocas protegen legalmente sus desarrollos. El principal reto es entonces, el fortalecimiento del sistema de patentes de forma que permita a los diferentes autores del mercado verse beneficiados por la protección y divulgación de sus conocimientos.

¿Qué pasa con las economías en vía de desarrollo?

En los países en desarrollo tan sólo se están empezando a encarar los desafíos que plantea la creación de un sistema de patentes que brinde los beneficios económicos y sociales que promueve. Aún existe una gran deficiencia en la infraestructura del sistema que permita beneficiarse del rápido crecimiento de la propiedad intelectual como activo económico de valor en la economía mundial.

La mayoría de los solicitantes de patentes procede de un reducido grupo de Estados, generalmente industrializados. Es claro que existe una diferencia notoria entre el sistema de patentes de las economías globalizadas y en desarrollo. Esto no implica que los sistemas de PI en general no puedan beneficiar a los países en desarrollo, por el contrario, representan una oportunidad para que la protección de tecnologías conlleve al crecimiento económico y tecnológico de estos países y los productores situados al final de la cadena de valor añadido.

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