Camilo Trujillo Millán

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viernes, 14 de julio de 2023

Hace más de dos años comenzó la pandemia y con ella la aceleración del trabajo remoto o a distancia.

En Colombia, el teletrabajo, luego de existir por ley desde 2008, finalmente vino a jugar un papel determinante en la pandemia. Adicionalmente, por las circunstancias derivadas del Covid, la Ley 2191 de 2021 legisló sobre el trabajo remoto y la Ley 2088 de 2021 sobre el trabajo en casa.

Recordemos que el teletrabajo permite lo que se conoce como trabajo híbrido, en el que los trabajadores están algunos días en la oficina y otros por fuera y también regula el trabajo que se efectúa sin necesidad de asistir a un sitio de trabajo determinado. El trabajo remoto es en el cual toda la relación laboral, desde su inicio hasta su terminación, se debe realizar de manera remota mediante la utilización de las TIC, donde el empleador y trabajador, no interactúan físicamente a lo largo de la vinculación contractual. Finalmente, el trabajo en casa regula una situación ocasional, temporal y excepcional, en donde el trabajador puede cumplir con sus funciones fuera del lugar de trabajo del empleador.

Ahora, pasados estos dos años, los países finalmente empiezan a tener información de las consecuencias, tanto positivas como negativas, del trabajo fuera de la oficina para las empresas.

De acuerdo con el “Flex Report”, reporte que recoge información de más de 4.000 empresas con más de 100 millones de empleados a nivel mundial, aunque empresas como Apple, Twitter y Tesla están tratando de que los empleados vuelvan a la oficina de manera permanente, tanto el trabajo remoto como el trabajo híbrido (aquel en el que los trabajadores asisten a la oficina algunos días), siguen vigentes y tomando fuerza.

Este fenómeno ha puesto a las empresas en una encrucijada. Por un lado, aquellas empresas que han solicitado a sus empleados retornar a la presencialidad han perdido talento valioso, pues muchos trabajadores ya prefieren el trabajo virtual y deciden renunciar antes de volver a la oficina y buscar nuevas opciones en empresas que acojan el trabajo a distancia. Por otro lado, las empresas que ofrecen la posibilidad de un trabajo remoto para conseguir y retener el talento, también han tenido problemas. De acuerdo con varios estudios, los empleados remotos han reportado problemas de soledad y depresión en mayores números que aquellos que se encuentran en la oficina. También el balance entre sus vidas y el trabajo se torna más complejo, lo cual resulta en trabajadores exhaustos.

Así, aunque un trabajador puede preferir el trabajo remoto por beneficios como el ahorro en transporte, flexibilidad de horarios, etc., ese mismo trabajador podría no tener una personalidad adecuada para sobresalir en la virtualidad, lo cual a su vez podría conllevar a que se queme.

Por lo anterior, el tema de la salud mental de los trabajadores ha adquirido mayor importancia, pues en el trabajo virtual, al no existir el cara a cara, se deben implementar otros mecanismos para cuidar el bienestar de los empleados.

Se podría entonces decir que no hay receta perfecta y que cada empresa debe analizar detenidamente factores obvios como su sector y otros no tan evidentes como su cultura empresarial y las condiciones socioeconómicas específicas de sus empleados para decidir y adecuar en el tiempo el trabajo remoto y/o presencial.

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