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  • Sofía Vega Angulo

sábado, 18 de septiembre de 2021

egún la última Encuesta Nacional de Salud Nutricional (Ensin) publicada en el 2015, en Colombia 37,7% de adultos entre 18 a 64 años son diagnosticados con sobrepeso y 18,7% con obesidad. He ahí la gran importancia de la Ley de Comida Chatarra sancionada el pasado 5 de agosto de 2021 por el Presidente de la República.

¿Qué es y cuál es la finalidad de la Ley de Comida Chatarra?

La Ley de Comida Chatarra pretende adoptar medidas que promuevan entornos alimentarios saludables especialmente para niños, niñas y adolescentes, previniendo enfermedades no transmisibles o crónicas mediante la inclusión de un etiquetado frontal de advertencia que hará las veces de “semáforo” en los productos ultraprocesados.

Dicha Ley, abarca dos grandes finalidades. En primer lugar, le otorga al consumidor información clara, veraz, oportuna y visible sobre los componentes de los alimentos; y en segundo lugar, a través de la información suministrada, le permite tomar una elección consciente de los productos que consumirá, a efectos de fomentar hábitos alimentarios saludables.

Lo anterior, armoniza los principios establecidos en el artículo primero del Estatuto de Protección al Consumidor, ya que se pretende: la protección de consumidores frente a los riesgos para su salud; el acceso a información adecuada; la educación del consumidor; y, la protección especial a los niños, niñas y adolescentes, en su calidad de consumidores.

¿La inclusión del etiquetado logrará disminuir el consumo de alimentos ultraprocesados?

Principalmente, se debe resaltar que la Ley de Comida Chatarra no prohíbe la promoción y venta de alimentos ultraprocesados, únicamente los etiqueta con una advertencia para que a simple vista el consumidor promedio pueda identificar que no son saludables.

Frente a este punto, es pertinente traer a colación la Ley de Etiquetado de Chile que en junio de 2021 cumplió cinco años desde su entrada en vigor. Según la Encuesta Nacional de Salud (ENS) 2016- 2017 de Chile, 74,2% de la población mayor de 18 años sufría de obesidad o sobrepeso.

No obstante, no se ha demostrado que con la incorporación de la Ley de Etiquetado la cifra haya disminuido. Por el contrario, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) Chile es el segundo país latinoamericano con mayor índice de obesidad y sobrepeso, después de México.

Lo anterior, deja un gran interrogante en cuanto a la utilidad e impacto que pueda tener el etiquetado sobre el consumidor promedio, en el sentido de ser un factor determinante para la adquisición o no del producto final.

Adicionalmente, permite considerar sí una medida más restrictiva tal como la prohibición de venta del producto o la limitación de registros Invima otorgados, serían medidas más eficientes para lograr entornos alimentarios saludables.

En conclusión, si bien la Ley de Comida Chatarra permitirá que el consumidor a través del etiquetado frontal de advertencia identifique los alimentos ultraprocesados, no se tiene certeza de que cumpla con la finalidad de fomentar hábitos saludables y disminuir las enfermedades crónicas.

Lo que llevaría a reconsiderar su utilidad y la posible intervención del Estado con políticas públicas más restrictivas.

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