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lunes, 5 de septiembre de 2022

Natalia Gaviria y Patricia Acosta, socias, explicaron las razones detrás de la alianza y hablaron del panorama de inversión en el sector

Como los movimientos en el mercado de servicios legales no se detienen, esta semana la noticia corre por cuenta de A&G Legal, una reconocida boutique de Inmobiliario y Urbanístico que se fusionó a la firma CMM, que pasa a tener nueve socios y 15 áreas de práctica. Natalia Gaviria y Patricia Acosta, socias fundadoras, explicaron las razones detrás de la alianza y hablaron sobre el dinamismo de un sector que parece ser resistente a los ciclos económicos.

¿Qué es A&G Legal?

Natalia Gaviria: Nuestra firma empezó hace cuatro años, somos una boutique especializada en derecho Urbanístico e Inmobiliario. Somos dos socias y nos dedicamos específicamente a estructurar grandes proyectos inmobiliarios, y lo que más hacemos es acompañamiento legal en materia de propiedad raíz.

Patricia Acosta: Somos dos socias, tres asociadas y una parte administrativa, y quisiera resaltar, que será una cuota muy importante dentro de la fusión, que somos una firma de solo mujeres. Nuestra visión siempre ha sido empoderar la mujer y esperamos llevar esa semilla a CMM.

¿Por qué la fusión?

NG: Aunque somos una boutique bien posicionada, queríamos tener una perspectiva mayor de crecimiento y vimos en CMM una muy buena oportunidad, incorporando el área a las 15 que tienen.

¿Qué sinergias hay entre las dos firmas?

PA: El área inmobiliaria parece ser muy especializada, pero lo cierto es que involucra muchas otras; todas nuestras transacciones tienen un componente tributario, de seguros, corporativo, y ahí nos estábamos quedando cortas en el servicio que queríamos ofrecer y nos hizo todo el sentido la alianza. Además, ellos tienen muchos clientes que piden asuntos inmobiliarios que ellos no tenían, entonces ganamos todos.

LOS CONTRASTES

  • Guillermo CáezSocio de CMM

    “CMM quiere consolidarse y por eso apostamos con esta fusión a que nuestros clientes cada vez más sientan el respaldo de una firma que llegó para jugar en las grandes ligas”.

¿Cuál es su principal nicho de clientes?

NG: Los fondos; de inversión colectiva, de capital privado, family offices, y en general mercado de inversión. Por supuesto tenemos relaciones muy estrechas con constructoras y con otros agentes del sector, pero es un tema muy financiero.

¿Cuál es el panorama actual de inversión en el sector?

NG: Las oportunidades en los ciclos siempre son buenas, porque los precios suelen bajar cuando hay crisis. Sin embargo, en este momento de expectativa legislativa hay incertidumbre y van a ser unos seis meses poco movidos, después del crecimiento que se venía registrando. Pero siempre en el mercado inmobiliario hay buenas oportunidades de inversión y en eso los fondos son expertos, entonces lo que vemos es expectativa de la tributaria.

¿Sigue siendo cierto que la finca raíz no se desvaloriza?

NG: Hay segmentos de inversión. Las familias siempre van a ser consumidoras de vivienda y por eso las ventas están disparadas, pero no necesariamente “ladrillo es ladrillo”. Las estructuras son más dinámicas y los fondos normalmente tienen activos que se apalancan unos con otros en una gran canasta, entonces los riesgos son menores. En todo caso la finca raíz siempre va a ser negocio, generalmente no se desvaloriza y tiende a ser un activo seguro.

¿Cómo se está moviendo el segmento proptech?

PA: Es un sector que se está moviendo mucho. Por un lado, les permite a los inversionistas captar dinero de una manera más flexible, y por el otro, facilita que quienes no tienen los grandes capitales para invertir en fondos de capital privado puedan ingresas al sector inmobiliario y gozar de las utilidades o rendimientos que pueden dejar las inversiones de este tipo. Estos esquemas están atomizando la inversión.

¿Cómo estamos en materia regulatoria para esa atomización sea más efectiva?

PA: Tratamos de buscar figuras jurídicas alternas que nos permitan ponernos al día con la realidad. Nuestro ordenamiento jurídico está un poco atrasado en el tema, pero hay alternativas de buscar otras figuras, entonces tratamos de entregarle a todos aquellos que se quieren dedicar a ese negocio opciones que la ley no necesariamente ha contemplado.

En todo caso, la necesidad y el negocio tienen tanta demanda que eventualmente llegará la regulación, ya la Superintendencia Financiera de Colombia ha avanzado, por ejemplo en temas de pagos o poder invertir en finca raíz a través criptomonedas. Hay que mover otros temas, como captación masiva de dinero, donde todavía hay mucha limitación, y ahí hay que empezar a trabajar en la flexibilización.

NG: También hay otros ordenamientos que tienen que evolucionar. Por ejemplo, se avecina un cambio en las normas de propiedad horizontal, y habría que pensar en una flexibilización de los contratos de arrendamiento de vivienda urbana, porque la ley es demasiado proteccionista del arrendatario e impide que se desplieguen de manera eficiente figuras como el multifamily o el coliving.

¿Y hace falta también una regulación para Airbnb?

NG: Claro, y bastante amplia. El origen es el arrendamiento, y de ahí para arriba hay que empezar a crear con las figuras, porque se mezclan sistemas como vivienda turística, temas de comercio, y otros que no están engranados en la ley, y sin duda hay que actualizar esas normas, de lo contrario va a ser muy difícil que haya muchos inversionistas en hacer proyectos de esta magnitud y tipología, porque no hay seguridad jurídica, o es muy proteccionista de un lado de la balanza.

Además de las proptech, ¿qué otras tendencias vienen tomando fuerza?

NG: Hay mucho interés en profesionalizar las labores de los agentes inmobiliarios, que es algo que viene pidiendo el sector, para evitar que ocurren varios errores y haya agencias que no están reguladas y legalizadas.

PA: También vienen tomando mucha fuerza los proyectos destinados a senior centers y de servicios paleativos para las personas que están en etapa terminal, o quienes quieren una medicina alternativa. Los prestadores de salud se están preocupando por no solo tener clínicas sino también centros de bienestar, apostando a la dignidad en la vejez.

NG: Eso venía con mucho impulso pero a raíz de las especulaciones en materia de salud también hay un freno, porque muchos de esos centros podrían funcionar eventualmente como EPS, o son operados por estas, prepagadas o IPS, y está medio frenado por la expectativa sobre la regulación.

Ese fue uno de los sectores más dinámicos el año pasado, los activos hechos a la medida de las entidades de salud fueron muy importantes, estructuramos muchos proyectos así porque tienen buen recaudo, buenos recursos y adoptaron la figura de que un fondo les construya, a la medida, y les alquile a largo plazo. Pero por el momento está un poco frenado.

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