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martes, 9 de agosto de 2022

La mayoría de recetas están protegidas por la propiedad industrial a través de un modelo de utilidad, diseño o patente para ser registradas

Si usted es de los fanáticos de MasterChef, posiblemente ha tomado como guía alguna de las recetas del programa para preparar en su casa. Pero si está montando un restaurante, probablemente quiera proteger las fórmulas de sus preparaciones, si ese es el diferencial frente a su competencia. Pero, ¿es posible patentar una receta?

Entendidas como un conjunto de ingredientes que, puestos de cierta manera, generan un producto terminado, podría pensarse que las recetas son materia de protección de la propiedad intelectual. Sin embargo, la forma de preparación no es protegible.

Según Alejandra Castaño, de Brigard Castro, las normas de propiedad industrial indican que se debe proteger algo aplicado a la industria y, en principio, no es el caso de las recetas.

Desde la perspectiva de signos distintivos, podrían protegerse los elementos que permiten identificar un producto o servicio, pero no el producto como tal.

Ahora, analizando desde la óptica de la propiedad industrial, podría tomarse la modalidad de las nuevas creaciones, que son aquellas creaciones del intelecto que tienen una aplicación industrial y, por ello, merecen una protección especial, a través de un modelo de utilidad, diseño industrial o patente. Según la experta, se descartan de antemano las dos primeras opciones, y en el caso de las patentes, habría que revisar que se cumplan tres requisitos: que sea novedosa, que tenga nivel inventivo y una aplicación industrial.

“La mayoría de las recetas se caerían por aplicación industrial y, sobre los otros dos ítems, es muy debatible la novedad. Además, si llegara a ser una invención, habría que ver si es totalmente diferente y tiene nivel inventivo, pues agregar, por ejemplo, aguacate a una paella no la hace, necesariamente, algo nuevo”, dijo.

La alternativa, explicó Néstor Bejarano, director técnico de Lloreda Camacho, es buscar la protección bajo la modalidad de secreto industrial, para lo que se deben cumplir tres requisitos: que la receta no sea generalmente conocida y que no sea de fácil acceso; que tenga un valor comercial; y su legítimo poseedor haya adoptado todas las medidas razonables para mantenerla secreta.

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