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martes, 21 de junio de 2022

Un estudio de Thomson Reuters concluyó de 46% de los asociados piensa seriamente en cambiar de oficina por varios motivos

La denominada “guerra por el talento”, que hace referencia a los esfuerzos que vienen haciendo las compañías para atraer y retener a un personal cada vez más exigente, no es ajena a las firmas de abogados. Un estudio de Thomson Reuters consultó recientemente a más de 1.500 asociados en oficinas de abogados de Estados Unidos y otras regiones y concluyó que 46% de ellos considera seriamente cambiar de despacho.

Las razones son variadas pero destacan dos vinculadas al salario en primer lugar: el sueldo, siendo el principal motivo de cambio para 41% de los encuestados; y el sistema de compensación, que fue la causal para 32% de los asociados.

Sin embargo, figuran también varias motivaciones que van más allá de los salarios, como sentirse poco valorados y falta de progreso (30%), falta de consideración genuina por el bienestar de las personas (25%), falta de tutoría (23%) y poca flexibilidad en lo que tiene que ver con los horarios y lugares de trabajo (20%). Además, mencionan también factores como el descontento con la cultura de la firma (19%), con el liderazgo (16%), con la estrategia del despacho (13%) y falta de diversidad (12%).

El panorama no dista mucho de lo que sucede en Colombia donde, según Alejandra Rojas, socia de Upwyse Legal, la mayoría de asociados decide cambiar de puesto por un mejor salario y porque no tiene sentido de pertenencia sobre la marca.

Esto, explicó la experta, está asociado a varios factores: por un lado, muchos abogados junior ya no tienen, necesariamente, la aspiración de convertirse en socios, por la noción que existe de que esa idea es incompatible con una vida personal con tiempo y flexibilidad; y por otro lado, hay cada vez más ramas nuevas que se han vuelto atractivas para el talento joven, como legaltech, legal design o legal marketing, y el Estado se ha convertido en una opción altamente considerada por los beneficios que ofrece.

“Muchos junior ya no ven como aspiracional el rol de socios, porque ahora le dan valor a una vida con más tiempo y flexibilidad, y la percepción de trabajo de socio de firma es todo lo contrario a eso; y para otros pasa que lo ven imposible, o un proyecto a muy largo plazo que no saben cómo lograr, no son claros los requisitos entonces les da igual trabajar en cualquier firma”, señaló.

Entonces, ¿qué deberían hacer las firmas para generar un sentido de pertenencia entre sus asociados que los motive a quedarse donde están?

Para la experta, la respuesta va más allá de lo económico pues, considerando el peso cada vez mayor que tiene el denominado salario emocional entre las generaciones más jóvenes, es importante invertir en una cultura organizacional que marque la diferencia.

“El sentido de pertenencia de los asociados pasa por tener planes de carrera claros y disponibles para consulta de todos los abogados, un buen ambiente laboral, fomentar un balance entre la vida personal y profesional, generar espacios de networking e interacción y ofrecer capacitaciones y desarrollo de habilidades más allá de lo legal, por ejemplo: habilidades comerciales, marca personal, liderazgo, creatividad, estrategia de negocios entre otros”, concluyó la fundadora de Upwyse Legal.

Antecedentes

Además de profundizar en las motivaciones de los abogados jóvenes para cambiar de lugar de trabajo, y lo que los estimula a quedarse donde están el estudio desarrollado por Thomson Reuters calcula que, para una firma de abogados en Estados Unidos, perder a un asociado tiene un costo aproximado de US$400.000. Esto, en adición a otra pérdida más intangible, a saber, la de potenciales socios y generadores de nuevos negocios.

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