Edictos y Avisos Legales
AVISO
Medellín (Ant), 30 de abril de 2025
Solicitud de Perdón Público a las víctimas del Extinto Bloque Elmer Cárdenas de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá -ACCU-, por Dairon Mendoza Caraballo, alias, “Rogelio” o Alias “Águila”.
DAIRON MENDOZA CARABALLO, mayor de edad, identificado con la C.C. N° 8.189.903, expedida en Necoclí (Ant), actuando como miembro del Estado Mayor del Bloque Elmer Cárdenas de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá -ACCU-, reconozco que durante mi militancia en este grupo armado cometí varios tipos de delitos, entre ellos el reclutamiento de menores de edad, desplazamientos forzados, despojo de tierras, delitos de género, homicidios en personas protegidas y otros. Estos delitos constituyen graves violaciones a los Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario. Soy consciente de mi responsabilidad en esos hechos y por eso me dirijo a la ciudadanía colombiana, en especial a las víctimas del Bloque Elmer Cárdenas, específicamente a las citadas en la Sentencia del 17 de mayo de 2018, emitida por el Tribunal Superior deMedellín, Sala de Justicia y Paz. Mi propósito para dirigirme a ellas es el de pedir perdón por esos hechos tan graves, los cuales nunca debí cometer y cuya realización no tiene justificación alguna.
El accionar del Bloque Elmer Cárdenas de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá, generó trastornos sociales, ambientales, económicos y psicológicos entre los pobladores residentes en nuestra área de acción, así como en sus territorios y ecosistemas. Incidí de manera negativa en los territorios y sus poblaciones del Urabá Antioqueño y Chocoano, comunidades del Medio y Bajo Atrato, en el municipio de Dabeiba del Occidente Antioqueño y en el Sur de Córdoba, cubriendo toda la margen izquierda de la cuenca del Río Sinú.
Con este reconocimiento público de mi responsabilidad en los delitos arriba mencionados, me comprometo con la sociedad, las víctimas y las autoridades colombianas, en no incurrir nuevamente en ellos, así como en trabajar a diario para que la situación de confrontación armada donde yo fui un actor determinante en ella, no se repita. En mi condición de victimario del conflicto armado, estoy plenamente convencido que la militancia armada no es el camino para resolver los problemas estructurales de nuestro país; por esto soy ahora una persona que promueve el diálogo como mecanismo expedito para resolver las diferencias sociales y las contradicciones políticas propias de una sociedad diversa, a la cual me he querido reintegrar como un ciudadano que contribuye a la construcción de una paz estable y duradera. Lo anterior indica que trabajaré a diario para que la condición de no repetición, a la cual me comprometí, se dé en un escenario de diálogo permanente entre seres diversos, con sueños muchas veces no congruentes.
Emprender el camino de la reconciliación desde mi postulación a los tribunales de Justicia y Paz, ha sido el mayor reto que he enfrentado en mi vida; pero hoy quiero decirles a todos los colombianos, en especial a las víctimas del Bloque Elmer Cárdenas de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá, que ese propósito de reconciliación lo he convertido en mi modo de vida, en mi mayor aliciente para proyectarme como ciudadano que busca hacer aportes a la sociedad.
Este trasegar por la senda de la reconciliación, me ha llevado no sólo al reconocimiento de mi responsabilidad en los delitos cometidos, sino a la búsqueda del perdón de toda la sociedad, y en particular a quienes se sienten víctimas de mí accionar como militante de las autodefensas, a los campesinos, indígenas, afrodescendientes y, muy especialmente, a las mujeres que padecieron vejámenes por los delitos de contenido sexual, que cometí en su contra. Hoy reitero mi disposición de, a todos ellos, pedirles perdón públicamente.
Aún llueve en mis ojos cuando recuerdo muchos de los eventos vividos como combatiente, y esas lágrimas son una marca ineludible del camino que emprendí hace más de 15 años cuando me postulé al programa de Justicia y Paz. Con lágrimas en mis ojos, con esa lluvia sagrada que brota ahora desde la profundidad de mi ser, imploro el perdón, me comprometo a trabajar para la no repetición y lo más importante, me pongo a disposición de la sociedad para que los procesos de reconciliación se adelanten con el mayor respeto a las diferencias.
Hoy en día soy un convencido de la importancia de la diversidad humana y el respeto a la diferencia; igualmente estoy plenamente persuadido que la salida a los grandes problemas estructurales de nuestro país no está en la confrontación armada, sino en los procesos de concertación y aceptación de las diferencias.
Por último quiero dar gracias a todas aquellos que me han acompañado en este proceso de reconciliación, que me han motivado para lograr la transformación de mi persona, convirtiéndome en un ser que añora la paz del pueblo colombiano.
Pido perdón y le agradezco también al universo y al ser superior el haber tenido esta oportunidad de
reconciliarme conmigo mismo y con la sociedad a la que un día ofendí, pero que hoy me permite reivindicarme.
Atte.,
(Fdo)
DAIRON MENDOZA CARABALLO
C.C. N°8.189.903, expedida en Necoclí (Ant)
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