Un gran número de corredores asume que los mejores sitios de entrenamiento son los que se encuentran a mayor altitud, ya que los niveles de hemoglobina aumentan notablemente, y posteriormente, cuando se desciende, es natural para el cuerpo captar más oxígeno, mejorando así el rendimiento.
Pero en realidad, es más recomendable alternar temporadas de entrenamiento según la conveniencia y los objetivos cercanos.
Es importante buscar algunas temporadas de entrenamiento al nivel del mar -no necesariamente en la playa-, en donde correr ayuda a avanzar más rápido y prepara al atleta para el clima que ofrecen muchas competencias.
También se pueden hacer trabajos de fuerza con ejercicios específicos en la arena.
Claro que hay que tener en cuenta una serie de prevenciones, siempre cuidando no lesionar los tobillos o las rodillas, ya que la arena forma una superficie irregular que presenta un desafío extra. Dichos trabajos son excelentes para mejorar la potencia muscular.
Otra ventaja de exponerse al ambiente mencionado, es que la mayoría de competencias de largo aliento se corren en clima cálido, y conviene acostumbrarse a condiciones similares para estar preparado para el momento de la competencia.
Es importante recordar que en medio de altos porcentajes de humedad, existe un mayor riesgo de deshidratación y por eso es necesario duplicar la ingesta de líquido antes, durante y después de los entrenamientos.
Todas las recomendaciones anteriores arrojarán resultados positivos en el entrenamiento y las competencias, siempre y cuando se le permita al cuerpo aclimatarse durante al menos dos semanas. Para lo cual, es fundamental entrenar preferiblemente muy temprano o al final de la tarde, para evitar una insolación.
En cualquier caso, un buen corredor siempre debe estar dispuesto y preparado a enfrentar diversas situaciones climáticas sobre distintos tipos de superficies.
envíe sus comentarios a:
wolfcrimes@yahoo.com
¿Quiere publicar su edicto en línea?
Contáctenos vía WhatsApp
