sábado, 18 de octubre de 2014

Los cambios de relación en la bicicleta nos permiten subir ascensos fuertes, arrancar y acelerar sin importar el número de velocidades o el tipo de cambios que tenga nuestra bici, con el objetivo de mantener una buena cadencia en diferentes condiciones, es decir, el número de revoluciones por minuto con que pedaleamos. Para un ciclista de ruta lo ideal es pedalear muchos kilómetros con un promedio de 90 pedalazos por minuto; la idea es lograr esta cadencia utilizando una relación que nos permita sentir algo de fuerza permitiendo a la vez que las piernas pedaleen con agilidad.

Entre más pequeño sea el plato y más grande sea el piñón, hay menos resistencia pero se recorre menos distancia por cada revolución del plato. Esta combinación es la perfecta para los ascensos fuertes. De manera contraria, entre más grande sea el plato y más pequeño el piñón, la rueda trasera recorrerá una mayor distancia por cada revolución del plato. Esta combinación es ideal para ir a gran velocidad, siempre y cuando se tenga la fuerza necesaria para mantener la cadencia.

También se recomienda evitar la combinación de plato grande con piñón grande y plato pequeño con piñón pequeño. Estas combinaciones hacen que la cadena trabaje un ángulo poco eficiente agudizando el desgaste de los dientes. Además, puede ocurrir un roce entre la cadena y el descarrilador, que es el que hace cambiar la cadena del plato grande al pequeño y viceversa.

Uno de los errores más comunes en personas que empiezan en el mundo del ciclismo es arrancar con una relación fuerte (plato grande, piñón pequeño), lo que implica mucha fuerza para el arranque, lo ideal es arrancar con una relación suave (plato pequeño, piñón grande), e ir haciendo los cambios a medida que la velocidad y la inercia permitan utilizar relaciónes más pesadas, que son ideales cuando el ciclista ya está impulsado (terrenos planos, bajadas o con el viento a favor) generando una mayor velocidad si se mantiene la cadencia.