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  • Christian Díaz Maldonado

sábado, 19 de diciembre de 2015

La empresa opositora alegaba ante la Superindustria que la marca solicitada carecía de los elementos necesarios para considerarla distintiva, lo que no le permitiría estar en el mercado, pues aseguró que los elementos que componían la expresión marcaria en conjunto eran de uso común, y muchas marcas utilizan las mismas expresiones; no obstante, la SIC al hacer el estudio desvirtuó la oposición de Postobón y otorgó el registro solicitado.  

El pleito marcario estaba definido desde el primer momento; pero Postobón no se dio por vencido y utilizó la segunda instancia para apelar la primera decisión y evitar el registro de la marca, y sustentó su posición en el uso de expresiones genéricas y de uso común, por lo que carece de distintividad intrínseca. La empresa se encontró con una negativa más por parte de la SIC, pues respaldó el primer fallo y concedió el registro. 

Según la Superindustria Agua Pureza de Vida  es una marca que cumple con todas las características necesarias para ser diferenciable dentro del mercado colombiano. Gracias a sus expresiones gráficas en conjunto con las palabras que componen el signo la bebida logra la autenticidad marcaria requerida para entrar en circulación. Para Álvaro Bonilla, director de la firma B&R Latin America, la Superindustria actúo de manera correcta a la hora de desacreditar el análisis aislado de los características que componen la marca que pretende hacer el opositor. 

Y finalizó  “pese a que la marca está compuesta por denominaciones comunes y evocativas, en conjunto, los elementos gráficos y textuales, sirven para darle distintividad al signo con respecto a los demás competidores”.

La decisión que tomó la entidad encargada del caso se basó en los conceptos marcarios que existen en el mercado local, pues a pesar que existen muchos signos que identifican productos clase 32 de la Clasificación Internacional de Niza, como el agua embotellada con gas y sin gas, cada uno tiene expresiones gráficas diferentes. 

“Hay una aplicación juiciosa de los precedentes jurisprudenciales en materia de denominaciones evocativas y descriptivas. La marca, aunque se compone de palabras de uso común, no hace una apropiación indebida de signos de necesaria utilización para los demás agentes del mercado” aseguró Hasbleydi Calvo, gerente legal de Bonila Marcas. 

El orden gramatical fue otro de los puntos a favor de la marca solicitada, pues en el mercado, aunque existen signos que utilizan las mismas palabras para identificar sus productos, no los tienen compuestos de la misma manera.

La SIC validó el signo y le otorgó una vigencia de 10 años en el mercado que se extenderá hasta septiembre de 2025.

Las opiniones

Hasbleydi Calvo
Gerente Legal de Bonilla Marcas

“En materia de denominaciones, la marca, aunque se compone de palabras de uso común, no hace una apropiación indebida de signos de necesaria utilización para los demás agentes del mercado”.

Antecedentes
El 11 de octubre de 1904 nació en Colombia la que hoy la empresa de gaseosas Postobón.

Inició en Medellín produciendo y comercializando refrescos. La primera bebida que tuvieron se llamó Cola-Champaña, gaseosa que hoy se conoce como Colombiana, tal vez la más emblemática de la compañía. Con 111 años de vida la empresa ya cuenta con 35 marcas de bebidas diferentes que se distribuyen a nivel nacional e internacional, llegando a EE.UU., España, Italia, Panamá, Reino Unido, entre otros.  

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