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  • José González Bell

sábado, 12 de octubre de 2019

El Código de la Policía establece que los caninos de razas peligrosas en lugares abiertos al público deben ir con boza y correa.

De acuerdo con un estudio de Brandstrat, seis de cada 10 hogares en el país tienen una mascota. Cada vez es más normal que en el espacio público se vea a personas acompañadas de sus animales; sin embargo, por más entrenados que estén, no dejan de ser un riesgo. En caso tal de que usted sea atacado por una mascota y le cause lesiones, AL le explica cuál es el procedimiento a seguir para una posible reparación por daños causados.

Si la mascota de una persona lo atacó, lo primero que debe hacer es dirigirse al puesto de salud más cercano para tratar las heridas. Y lo que debe saber el propietario del animal es que el Código de la Policía establece que los caninos de razas peligrosas en lugares abiertos al público deben ir con bozal y correa pues, de lo contrario, se impondrá una multa por $196.720 al dueño y, en caso de ser una acción recurrente, será decomisado. Además, los propietarios de razas potencialmente peligrosas (ver infografía) deben tener una póliza de responsabilidad civil extracontractual.

Ahora bien, si el ataque dejó lesiones, puede ir a dos lugares: a la Fiscalía General de la Nación o al cuadrante de la Policía Nacional de su barrio o municipio. En estos lugares, usted deberá presentar una querella de manera verbal o escrita, en donde narre de forma breve y clara, cómo, cuándo y dónde ocurrieron los hechos. Esto servirá de prueba una vez inicie un proceso de responsabilidad civil extracontractual con ayuda de un abogado titulado y que se presenta ante la jurisdicción civil. Tiene como objetivo lograr una indemnización por los daños y perjuicios que fueron causados, en este caso, el que debe pagar es el dueño del animal.

“Cuando surge la obligación de indemnizar a quien se le causa un daño, sin que la responsabilidad por tal hecho se genere del incumplimiento de un contrato estamos frente a la responsabilidad civil extracontractual. Un ejemplo son mordeduras de perros o accidentes de tránsito”, explicó Ana María Urrego, asesora jurídica.

De acuerdo con la experta, el monto de la indemnización se establece mediante una tabla de tasación de perjuicios. Además, puede utilizar las pruebas para ver cuánto le corresponde a las personas por el daño causado.
“Se tiene que tener en cuenta factores como: la edad, el proyecto de vida de la persona, el ejercicio u oficio. No es lo mismo que a una actriz se le cause una lesión en la cara que a alguien que trabaja en construcción”, expresó.

Por otra parte, también se puede iniciar un proceso penal que comienza con una demanda por lesiones personales y omisión al deber de cuidado con el perro (rol de garante) al propietario de la mascota para que repare los perjuicios que se han causado.

De acuerdo con Álvaro Sarmiento, abogado del Consultorio Jurídico de la Universidad del Rosario, la posición de garante implica que esa persona responda por las consecuencias que se generen, en este caso, por el daño que haya producido el animal. “La víctima busca que se le indemnice por el daño causado, pero si las lesiones son considerables, que superen los 90 días de incapacidad, la persona podría tener pena privativa de la libertad”, explicó el experto. Cabe resaltar que durante los dos procesos se debe probar la responsabilidad del dueño del animal. Es decir, la víctima debe demostrar que las lesiones fueron debido a la conducta negligente del dueño.

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