Bodytech le ganó a Speedo por marca figurativa
Este establecimiento, creado en 1998 por dos estudiantes de maestría de la Universidad de los Andes, y que se consolidó en la compañía Inversiones en Recreación, Deporte y Salud S.A (Bodytech), solicitó el registro de su marca figurativa para distinguir artículos de juego o deporte y publicidad, contenidas en las clases 28 y 35, respectivamente.
Pero una vez publicada su solicitud, la multinacional de artículos deportivos Speedo Holdings B.V, se opuso con el argumento de que “la marca figurativa es una especie de copia e imitación de los elementos de diseño que hacen parte de la marca de la sociedad Speedo”, según indica la resolución expedida por la Dirección de Signos Distintivos.
La marca de Speedo consiste en una especie de dibujo arqueado parecido a un boomerang, y la de Bodytech adicionalmente incluye un círculo alrededor, por lo que da la impresión de una figura humana en movimiento.
El hecho de que los signos transmitan ideas distintas marca una diferencia conceptual. Por lo tanto, no se procedió a hacer un análisis posterior de la relación entre los productos y servicios porque quedó definido que no había similitud. Entonces, se aprobó la marca.
Los opositores apelaron asegurando que tienen productos que están registrados en clases que comprenden artículos similares.
Sin embargo, cuando el asunto pasó al Superintendente Delegado de Propiedad Industrial, de entrada coincidió con que los signos no se parecían, por lo que no evaluó conexidad competitiva y además reafirmó que la solicitante “goza de derechos adquiridos sobre el logo” para identificar las clases 28 y 35 internacional.
Siendo así, declaró infundada la oposición y se aprobó el registro del signo figurativo.
Al respecto, la apoderada Catherine Zea, de la firma muñozºabogados, destacó que “la notoriedad evita de plano cualquier riesgo de confusión o asociación en el mercado. Adicionalmente, debe recordarse que Bodytech ya contaba con derechos frente al elemento figurativo, motivo por el cual, la oposición presentada por la sociedad Speedo carecía de objeto alguno, un asunto que se vuelve relevante para la sociedad teniendo en cuenta que la compañía lleva 18 años posicionándose en el mercado.
En esto coincidió la abogada Carmen Julia Monroy, de la firma Wolf Méndez, quien aseguró que “Bodytech lo que hizo fue una modificación a una marca que ya tenía registrada, que no da lugar para que ahora se venga a controvertir una supuesta confundibilidad”. Ahora el único camino que le queda a Speedo es el Consejo de Estado.
Historia
En 1996 se creó Bodytech como un proyecto de dos estudiantes de la Maestría de Administración de Negocios de la Universidad de los Andes. Gigliola Aycardi, ingeniera industrial y Nicolás Loaiza, ingeniero civil y expesista, iniciaron su negocio como un proyecto de grado, pero en 1998 abrieron las puertas de su primer gimnasio, que ha sido líder en la promoción deportiva.
La opinión
Catherine Zea
Abogada de muñozºabogados
“La notoriedad de Bodytech evita cualquier riesgo de confusión o asociación en el mercado. Además ya contaba con derechos frente al elemento figurativo, por lo que la oposición carecía de objeto”.
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