Codelac registró su marca Sinúsuero en la SIC

La batalla no fue fácil, pero la Superintendencia de Industria y Comercio le dio 10 años para la utilización del signo, tras el trámite que no solo tuvo su procedimiento ante la Dirección de Signos Distintivos, sino además dio la pelea en segunda instancia para finalizar con el registro ante la autoridad.
En el documento firmado por María José Lamus, líder de la primera etapa, se estableció una similitud entre Sinúsuero y FrigoSinú. En esta interpretación se menciona que “los signos en estudio apreciados en conjunto de manera sucesiva y no simultánea, presentan similitudes susceptibles de generar confusión o de inducir al error al público consumidor”.
La dirección argumentó que el problema, sobre todo estaba en que compartían la palabra “Sinú” y las demás “partículas” que integraban el signo no eran suficientemente distintivas para diluir el riesgo de confusión.
Además, Lamus concluyó que había más inconvenientes si se tenía en cuenta que los signos estaban en la misma clase de Niza, por lo que significaba la existencia de una conexión competitiva: “por lo que la finalidad y los canales comerciales a través de los cuales los consumidores pueden encontrar estos servicios coinciden”.
Para Guillermo Navarro, socio de muñozºabogados, esta decisión tenía algunos vacíos “en la interpretación de las normas vigentes, en especial, desconociendo la registrabilidad de la marca y partiendo de una confusión (inexistente) entre las marcas FrigoSinú y Sinúsuero”.
Lo mismo pensó la abogada Blanca Mery Velásquez apoderada de la Cooperativa y decidió apelar la decisión. Aseguró que “se está frente a dos marcas de fantasía, no se puede decir que el signo solicitado reproduce parcialmente la marca registrada, porque para hacer el cotejo se debe hacer de forma conjunta (...) y no resquebrajar la marca”.
Lo cierto, aclaró Velásquez en es que tampoco tienen “similitud fonética y ortográfica en el componente denominativo, es muy claro que estamos hablando de dos expresiones de fantasía que provienen del intelecto de su creador y en este caso no tienen significado propio”.
La conclusión de la Delegatura para la Propiedad Industrial, firmada por José Luis Londoño fue coincidente con la de la apoderada y aseguró que “las letras adicionales que componen cada uno de los signos y la ubicación de la palabra “Sinú” en cada uno de ellos le otorgan la distintividad requerida para no ser confundibles entre sí”.
Ahora lo que hay que tener en cuenta, dijo Navarro, es que “si bien la marca fue concedida en su condición de evocativa, no quiere decir que su titular se apropie de la palabra “Sinú”, sino que se adquiere exclusividad en relación con los elementos que la integran”.
Codelac
La Cooperativa de Lecheros de Córdoba registró su marca de la organización en 2011 y la vigencia del signo está hasta 2022. Fue clasificada para servicios contemplados en la clase 35 Internacional de Niza y la apoderada del caso también es Blanca Mery Vásquez. La Cooperativa nació en 1993, debido a la iniciativa de 32 ganaderos del departamento. Hoy, tiene 127 socios y genera al menos 950 empleos indirectos.
La opinión
Guillermo Navarro
Socio de Muñoz Abogados
“Si bien la marca fue concedida, no quiere decir que su titular se apropie de la palabra Sinú, sino que se adquiere exclusividad en relación con los elementos que la integran y en la forma en la que quedó registrada”.
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